La
Organización Mundial de la Salud (OMS) en su monográfico de 1968 sobre
“Interacciones entre Nutrición e Infección” presentó los mecanismos de
defensa que relacionaban la infección con un estado nutricional
deficitario. De hecho, los nutrientes tienen un papel fundamental tanto
en el desarrollo como en el funcionamiento del sistema inmune, y la
deficiencia (ya sea de uno o varios nutrientes) puede comprometer el
estado de inmunocompetencia. El conocimiento de que la malnutrición
proteico-calórica no es sólo un déficit de proteínas y energía, sino que
además conlleva una depleción en el aporte de micronutrientes
específicos a las células, sirvió para destacar la importancia tanto de
los micronutrientes [vitamina A, hierro, zinc y cobre] como de sus
respectivas proteínas transportadoras, como componentes específicos y no
específicos de la respuesta inmune. Posteriormente, el descubrimiento
del papel inmunomodulador de varios nutrientes, como el tocoferol,
retinol, zinc y ácidos grasos esenciales, abrió un nuevo campo de
estudio sobre la influencia potencial de la nutrición en los procesos
inflamatorios. El papel beneficioso para la salud resultante de un
adecuado equilibrio en la ingesta de los ácidos grasos omega-3 y omega-6
ayudó a reducir la Inflamación.
A
medida que envejecemos, el sistema inmunológico se debilita y "produce
menos linfocitos, que son células especializadas que ayudan al cuerpo a
reconocer y eliminar a los invasores", señala el Dr. Janko
Nikolich-Zugich, M.D., Ph.D., presidente del departamento de
inmunobiología de la Universidad de Arizona en Tucson. En consecuencia,
poco a poco nos volvemos más propensos a las infecciones (las personas
mayores de 65 años representan entre el 80 y el 90% de los
fallecimientos relacionados con la influenza en Estados Unidos)
Es
interesante el consumo de verduras frescas (especialmente las de color
naranja como zanahorias, las verdes como espinacas, brócoli, col). ¿Te
acuerdas del caldo de pollo para la gripe de nuestras abuelas?. Pues una
buena idea que podemos hacer para estas noches de cuarentena es una
sopa de verduras y pollo. Por ejemplo: Partimos en juliana una cebolla,
ajos, col, zanahorias, una carcasa de pollo, huesos, y todas las
verduras que te gusten. Condimentas al gusto con sal y especias (te
animo a que uses especias que suban las defensas como cayena, pimienta,
etc). Las dejas hervir durante 15-20 minutos. Y ya tienes una buena
sopa.
BEBER LIQUIDOS
Una
ingesta de líquidos adecuada es fundamental para mantener una buena
hidratación en caso de resfriado. De esta forma se evita que las mucosas
se sequen y se favorece la fluidificación de las secreciones. Asimismo,
es recomendable incluir en nuestra dieta bebidas calientes como caldos,
sopas e infusiones, además de zumos naturales de limón y naranja, ya
que pueden ser una forma apetecible y reconfortante de tomar la cantidad
de líquido necesaria. Por eso las sopas, y las infusiones son un buen
aliado.
Se
ha demostrado que los probioticos participan en la resistencia a la
colonización de bacterias patógenas, pero además son capaces de
responder contra ellas. Los probióticos son organismos vivos no
patógenos que se ingieren con la intención de proporcionar un beneficio
para la salud. El uso de probióticos para el tratamiento o la prevención
de enfermedades relacionadas con la infección intestinal o la
inflamación ha sido el enfoque principal del uso de estos agentes, pero
estudios recientes han informado que la ingestión de probióticos puede
ser beneficiosa para la prevención de enfermedades respiratorias
superiores.
Existe
evidencia sustancial de que el microbioma intestinal puede influir en
las respuestas inmunes innatas y las alteraciones en la microbiota
intestinal en modelos animales se han relacionado con cambios en la
respuesta a las infecciones respiratorias virales.
El
yogurt podemos hacerlo de forma casera en casa, tendrá muchos mas
beneficios. Otros dos alimentos probioticos que podemos hacer en casa es
el Kéfir: muy similar al yogur, aporta una rica flora microbacteriana,
incluyendo lactobacillus y bífidus.Y la Kombucha: se trata de una bebida
amarga que se obtiene por fermentación del SCOBY (Symbiotic Culture of
Bacteria and Yeast) y que es muy popular como aperitivo en los países de
América del Sur.
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Estos
animales marinos, que pueden estar desnudos o cubiertos por una concha,
contienen zinc, un elemento esencial para las células del sistema
inmunitario.
Según
un artículo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en
Estados Unidos, cuando en el cuerpo humano existe una deficiencia de
este químico, las células T (o linfocitos), que coordinan la respuesta
inmune celular, dejan de funcionar como es debido.
Sin
embargo, es importante tener que en cuenta que el exceso de esta
sustancia puede inhibir el mecanismo que defiende al organismo de las
enfermedades.
Según
el Servicio de Salud Nacional de Reino Unido (NHS, por sus siglas en
inglés), la cantidad de zinc recomendada diariamente para las mujeres se
encuentra entre 4 y 7 miligramos y para los hombres entre 5 y 9
miligramos.
En
pruebas realizadas en laboratorios, investigadores han comprobado que
el ajo tiene propiedades que permiten combatir las infecciones, las
bacterias, los virus y los hongos.
Desde
tiempos inmemoriales se utilizan los bulbos, tanto para su uso
culinario como por sus propiedades terapéuticas. Fue conocida por las
culturas mediterráneas y en la Edad Media lo utilizaron para combatir la
peste.
En
los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios, tanto in vitro
como in vivo, sobre la química y las propiedades farmacológicas del
ajo. De esta manera, actualmente están documentadas muchas de sus
propiedades, entre las que destacan su acción antioxidante,
hipolipemiante, antiaterogénica, antitrombótica, hipotensora,
antimicrobiana, antifúngica, anticarcinogénica, antitumorogénica e
inmunomoduladora. Todas estas propiedades farmacológicas se atribuyen
principalmente a sus componentes azufrados.
En
cuanto a las dosis recomendadas, a pesar de que la dosis eficaz todavía
no ha sido bien determinada, en general se recomienda para un adulto
una dosis de unos 4 g al día de ajo o 300 mg de ajo pulverizado
encapsulado (valorado en 1,3% de aliína o 0,6% de alicina) dos o tres
veces al día. Ojo, el ajo tiene que ser crudo para que no pierda sus
propiedades.
Además
de estar contraindicado el consumo de ajo en personas hipersensibles,
en vista de las acciones terapéuticas del ajo, éste debe usarse con
precaución en caso de trastornos de la coagulación debido a que puede
favorecer la aparición de hemorragias.
Igualmente
es bueno el consumo de la cebolla. Puede ser muy interesante para estos
días hacer una sopa de cebolla, por ejemplo usando media cebolla o una
cebolla entera. La cebolla fortalece el sistema inmunitario y alivia la
inflamación de garganta. Además, a diferencia del ajo, no pierde sus
propiedades al cocinarse.
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Varios
estudios científicos sugieren que la deficiencia de vitamina B6, que se
encuentra en la avena, el germen de trigo y el arroz, disminuye la
respuesta del sistema inmunitario.
Derechos de autor de la imagen Thinkstock Image caption La vitamina B6 se encuentra en cereales como el trigo y la avena.
Un
ejemplo de esta situación, según un artículo de la Escuela de Medicina
de la Universidad de Harvard, en EE.UU., es la capacidad que tienen los
linfocitos de madurar y transformarse en varios tipos de células T y B.
El
suplemento moderado de cantidades que permitan nivelar la deficiencia
de vitamina B6, restaura el funcionamiento del sistema inmune.
"Los
cereales (la carne, el pescado, las castañas, el queso y el huevo)
también tienen selenio, que además de beneficiar al sistema inmunitario,
disminuye enfermedades infecciosas en ancianos y ayuda a la
recuperación de los niños con infecciones en el tracto respiratorio",
explica Williams.
Una
buena opción es deayunar muesli por las mañanas, ya que además de tener
cereales tienen frutos secos. Intenta optar por aquellos que menos
azúcar tengan (mira en las estadísticas del envase). O puedes decidir
hacerlo tu con copos de avena, y un paquete de frutos secos. Una buena
idea es acompañar este muesli con manzana fresca, platanos, y beberte un
buen zumo de naranja o de zanahoria.
Las
legumbres constituyen la categoría de alimentos con un perfil
nutricional más equilibrado: aportan tanto hidratos de carbono de
absorción lenta (los más recomendables) como proteínas, además de fibra y
un poco de grasa. Y son ricos en micronutrientes: minerales y vitaminas
del grupo B y en polifenoles antioxidantes.
Las
legumbres son particularmente ricas en almidón resistente y fibras
solubles que alimentan a las bacterias intestinales beneficiosas.
Estas
bacterias producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el
butirato, que reducen el riesgo de cáncer de colon y tienen efectos
beneficiosos sobre la inmunidad, el sistema nervioso y el metabolismo.
Además la fibra regula los niveles de azúcar y colesterol en la sangre.
De esta manera previene la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el
colesterol y los triglicéridos altos, la arteriosclerosis y los infartos
de corazón y de cerebro. De hecho, por cada 20 g de legumbres añadidos
al consumo diario de legumbres, la tasa de mortalidad cae un 7%, según
un estudio de la Universidad de Leeds (Reino Unido).
La
calidad nutricional de las legumbres se ve obstaculizada por ciertos
compuestos, como los fitatos y las lectinas, pero se desactivan con el
remojo, la germinación, la fermentación y la cocción.
En
la dieta mediterránea tradicional se consume un mínimo de tres
raciones. En la dieta vegetal, al no estar presentes la carne ni el
pescado, se hace necesario un consumo diario de 2 a 3 raciones de
legumbres para alcanzar la cantidad de proteínas que necesitamos (0,8 g
por kilogramo de peso corporal).
Por una ración de legumbres entendemos: 70 g (de garbanzos, lentejas, judías) en seco o 175 g cocidas.
Según
un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., los
refriados de la gente que consume vitamina C regularmente pueden durar
menos tiempo y, además, sus síntomas suelen ser menos severos.
"En
los adultos, la duración se reduce en 8% y en los niños en 13,6%.
Diferentes estudios han demostrado que si en los meses de invierno se
van a realizar actividades físicas exigentes o se va a estar expuesto a
frío intenso, el consumo de vitamina C disminuye a la mitad la
posibilidad de contraer un resfrío", complementa Williams.
Se debe considerar, sin embargo, que una vez que se tiene la enfermedad, no tiene efectos terapéuticos.
Adicionalmente,
la vitamina C es importante para la formación de proteínas que se usan
en la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. También
ayuda a la cicatrización de heridas y a la reparación de cartílagos,
huesos y dientes.
Cambia
el azúcar por miel. La miel tiene propiedades antioxidantes y
antibacterianas y ayuda a combatir los virus y las bacterias. La leche
caliente con miel es el remedio por excelencia para los resfriados, y es
que está probado que la miel es incluso mejor que los jarabes
antitusivos, además de ser natural. Asimismo, la miel no solo ayuda a
calmar los síntomas, sino que previene los resfriados al incrementar
nuestras defensas.
Los
beneficios de la miel de abeja (Apis mellifera) se conocen desde hace
miles de años y ha sido utilizada en laantigüedad por su valor nutritivo
y medicinal siendo "redescubierta" por la medicina moderna debido a sus
importantes propiedades anti-bacterianas en heridas infectadas. Nuevos
estudios han argumentado a favor de la capacidad de la miel para
interactuar con la complejamaquinaria celular y llevar a cabo la
reparación de los tejidos.
Para
la miel se puede tomar de una a dos cucharadas al dia. Es importante
que sea miel, lo mas natural posible. Mirar en los envases, porque a
veces venden como miel, una mezcla de miel y azúcares.
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ZANAHORIAS
Las
zanahorias es un excelente alimento que nos puede ayudar con la
inmunidad. El alto contenido de vitaminas A, K, C, B6, potasio,
manganeso, calcio, fósforo y compuestos carotenoides parece jugar un
papel significativo en la prevención y tratamiento de varias
enfermedades. De hecho, hoy se tiene evidencia de que la zanahoria fue
cultivada inicialmente por su efecto medicinal, no como alimento.
Comer
zanahoria cruda solo se libera un 3% de su contenido total de
betacaronenos, y que en el lado contrario, la zanahoria cocida permite
una liberación superior, hasta del 21%. Una buena opción puede ser tomar
un zumo de zanahoria (echo en casa), añadir zanahoria a tus platos ya
sea rallada, o en las sopas o de mil formas. Puede ser un excelente
tentempié por la mañana o por la tarde.
Echinacea
purpurea (L.) Moench es una de las plantas medicinales más importantes y
conocidas del mundo, perteneciente a la familia Asteraceae
(Compositae). La planta es la planta medicinal más cultivada en esta
especie, que se ha utilizado principalmente en quimioprevención y
quimioterapia para enfermedades infecciosas en sistemas respiratorios
superiores e inferiores
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Entre
los beneficios de la salvia más conocidos está su utilidad para
suavizar los síntomas del síndrome premenstrual. Lo que hace es
disminuir la sensación dolor, la hinchazón, el dolor de cabeza, etc.
Asimismo, también es efectiva para aliviar la sintomatología asociada a
la menopausia. Esta planta demuestra tener una acción antiinflamatoria y
antimicrobiana muy útil. La presencia de antioxidantes como la
diosmetina, la apigenina o la luteolina son muy adecuadas para reducir
(no curar) la sintomatología asociada a la depresión.
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El
jengibre tiene una larga historia de uso en diversas formas de medicina
tradicional/ alternativa. se ha usado durante miles de años como un
tratamiento natural en Asia para los resfríos y la gripe, ayudar a la
digestión, reducir las náuseas. El jengibre fresco también puede ser
efectivo contra el virus RSV, una causa común de infecciones
respiratorias porque ayuda a expandir los pulmones y a expulsar de las
secreciones bronquiales acumuladas, porque es un expectorante natural
que se descompone y elimina el moco. De esa forma, puede recuperarse
rápidamente de la dificultad para respirar.
Gracias
al Gingerol, componente del jengibre, la temperatura del cuerpo aumenta
produciendo calor o sudor, por eso mucha gente elige el jengibre solo
para el invierno, lo que es una pena, porque los beneficios del jengibre
pueden ser aprovechados todo el año. Esta raíz también es un diurético
natural, ayudando a la eliminación de líquidos, reduciendo la hinchazón
del cuerpo. Combinación perfecta para adelgazar.
Si
es posible, escoja jengibre fresco en vez del seco pues su sabor es
superior y contienen niveles más altos del componente activo gingerol.
Debe ser firme, suave y no tener moho, rastros de putrefacción o
arrugas.
No
es recomendado para gestantes, hipertensos, hemofílicos y personas con
problemas de coagulación. Si tienes alguno de estos problemas de salud o
algún otro, consulta con tu médico antes de agregar el jengibre a tu
alimentación.
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Withania
somnifera, también conocida como Ashwagandha, ginseng indio y cereza de
invierno, ha sido una hierba importante en los sistemas médicos
ayurvédicos e indígenas durante más de 3.000 años. Históricamente, la
planta se ha utilizado como afrodisíaco, tónico hepático, agente
antiinflamatorio, astringente y, más recientemente, para tratar
bronquitis, asma, úlceras, emaciación, insomnio y demencia senil. Los
ensayos clínicos y la investigación en animales apoyan el uso de
Ashwaganda para la ansiedad. Ashwaganda también se utiliza
terapéuticamente como un adaptógeno para pacientes con agotamiento
nervioso, insomnio y debilidad debido al estrés, y como estimulante
inmunológico en pacientes con recuentos bajos de glóbulos blancos.
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La
vitamina A se obtiene a partir de la dieta y es transportada en la
sangre como un complejo con la proteína de unión a retinol y
transtiretina. En el hígado, el retinol se esterifica a éter de retinilo
y se almacena en las células estrelladas. En otros tejidos, incluyendo
las células inmunes intestinales, se metaboliza el retinol y sus
metabolitos son eliminados mediante la bilis y la orina. La vitamina A,
así como otros retinoides relacionados, tiene un papel muy importante en
la regulación del sistema inmune tanto innato como en el secundario.
una
suplementación con vitamina A puede disminuir la severidad de las
infecciones oportunistas. Un exceso en la ingesta, en cambio, suprime
las funciones de las células T aumentando de esta forma la
susceptibilidad a patógenos infecciosos. Estudios comunitarios de
mortalidad, muestran aún controversia en sus resultados a cerca de los
efectos de la vitamina A sobre patología respiratoria, en cuanto a la
mejora de los síntomas, al incremento del riesgo de infección
respiratoria y al incremento de la gravedad en los casos de neumonía.
La
vitamina A juega un papel fundamental en la modulación de la respuesta
inmune (estudio, revisión), y la puedes encontrar en el hígado (en
cantidades muy elevadas, por lo que es suficiente comerlo de vez en
cuando) o la yema del huevo. Espinacas, kale, zanahorias o boniato son
buenas fuentes de betacarotenos, que nuestro cuerpo debe convertir en
vitamina A animal (retinol) antes de poderla utilizar. La eficiencia de
esta conversión depende de tus genes.
Encontramos vitamina A o sus precursores en alimentos como la zanahoria,
albaricoque, espinaca, calabaza, boniato, el pimentón, el perejil, los
huevos, las angulas, etc.
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La
vitamina C, presente en frutas y verduras, podría tener efecto sobre el
sistema inmune innato y adaptativo, ya que parece influir en las
respuestas inmunes tanto celulares como humorales. Podría interferir con
la síntesis de citoquinas proinflamatorias y desempeñar un papel muy
importante en el mantenimiento de la integridad del tejido y en la
formación de la piel y barreras epiteliales y endoteliales. Dado el
poder antioxidante de la vitamina C, se ha sugerido que la
suplementación con este micronutriente produce una mejora en el sistema
inmune y como consecuencia una menor incidencia de las infecciones,
especialmente del tracto respiratorio superior
Encontramos
vitamina C en perejil, pimientos, brécol, coles de Bruselas, kiwi,
papaya, fresones, limón… Pero debemos tener en cuenta que es una
vitamina muy termolábil por lo que el cocinado daña su estructura.
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La
vitamina E, gracias a su potente acción antioxidante, es el
antioxidante liposoluble más importante, ya que protege a las membranas
lipídicas del daño oxidativo causado por los radicales libres y la
peroxidación de los lípidos. Mejora y optimiza la respuesta inmunitaria.
La suplementación con esta vitamina mejora la proliferación de los
linfocitos y la producción de IL-2, mejora la actividad citotóxica de
las células NK y aumenta la actividad fagocítica por los macrófagos
alveolares causando un aumento de la resistencia contra agentes
infecciosos.
La
encontramos en los aceites como el de girasol y el de soja, en los
cacahuetes, el maíz, los frutos secos, el germen de trigo, etc.
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El
papel del hierro y sus funciones en el sistema inmune han sido objeto
de diferentes revisiones. El hierro participa en diferentes reacciones
de nuestro organismo como la transferencia de electrones, la regulación
génica, la unión y el transporte de oxígeno y la regulación de la
diferenciación y crecimiento celular.
Los
alimentos más ricos en hierro son los moluscos bivalvos como
berberechos, almejas y mejillones, carnes y vegetales como la soja y
otras legumbres, frutos secos, sésamo… aunque la forma química en
vegetales es menos biodisponible.
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El
zinc ejerce una multitud de efectos sobre numerosos tipos de células
inmunitarias, y tiene un efecto directo sobre el número y la función de
los macrófagos, especialmente en su función fagocítica. La deficiencia
de zinc en el ser humano inducida por una dieta deficiente (< 3,5
mg/día en el adulto), provoca actividad reducida de la función de la
timulina y de las células NK
Lo encontramos en piñones, sésamo, pipas de girasol, germen de trigo, queso, carnes, legumbres…
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El
déficit de Selenio provoca una disminución en los niveles de producción
de las inmunoglobulinas IgM e IgG, dificulta la quimiotaxis de los
neutrófilos y la producción de anticuerpos por parte de los linfocitos.
Es importante realizar una ingesta adecuada de Selenio ya que actúa
frente a algunas infecciones víricas. En algunos individuos que
presentaban carencias de este nutriente se pudo comprobar que algunos
virus, que en principio eran inocuos, podían sufrir mutaciones hacia
formas más virulentas y con mayor poder de patogenia.
El selenio lo encontramos de forma natural en las nueces de Brasil, los cereales integrales, mariscos y pescados.
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El
cobre puede contribuir en la respuesta antimicrobiana de los macrófagos
Un déficit de cobre compromete la función inmune y los mecanismos de
defensa del organismo. Una dieta deficitaria de cobre produce una
disminución de la proliferación linfocitaria y de la producción de IL-2,
facilitando la aparición de infecciones tanto respiratorias como del
tracto urinario y septicemia. Respecto a la suplementación con cobre se
necesitan más estudios para conocer la dosis adecuada, la duración del
tratamiento y la forma de administración más efectiva. El exceso de
cobre, como en el caso de otros elementos traza, tiene efectos
inmunosupresores
Los
alimentos más ricos en cobre son las legumbres, los cereales
integrales, el cacao, las nueces, las pasas, las ciruelas pasas, el
sésamo, los pistachos, etc.
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El
concepto de adaptógeno ya tiene más de 60 años y ha sido revisado a
fondo en relación con la fisiología, la farmacología, la toxicología y
los posibles usos en la medicina y la farmacosanación[1]. Originalmente
definidas como sustancias "que aumentan la resistencia a un amplio
espectro de factores dañinos (estresantes) de diferente naturaleza
física, química y biológica"[2], los adaptógenos se consideran
"reguladores metabólicos, que aumentan la capacidad de un organismo para
adaptarse a los factores ambientales y evitar el daño causado por
dichos factores"[3]. Algunas plantas adaptogénicas han sido utilizadas
en la medicina tradicional china y en el Ayurveda durante siglos para
promover la salud física y mental, mejorar los mecanismos de defensa del
cuerpo y aumentar la longevidad.
De
entre las muchas plantas que contienen sustancias que pueden tener un
efecto adaptógeno, las más estudiadas hasta el momento son las raíces
de: ginseng (Panax ginseng C.A. Meyer y otras especies), eleuterococo
(Eleutherococcus senticosus Rupr. et Maxim.), rodiola (Rodiola rosea L) y
witania o ashwagandha (Withania somnifera (L.) Dunal) y los frutos y
semillas de esquisandra (Schizandra chinensis (Turcz.) Baillon). Todas
ellas tienen en sus órganos activos una composición compleja, con muchos
componentes activos. Los principales compuestos químicos que contienen y
que han mostrado ser responsables de su acción pertenecen a los grupos
de las: saponinas, glucósidos esteroles, glucósidos del fenilpropanoide,
fenilalcanoides y lignanos.
El
ginseng (Panax ginseng C.A. Meyer y otras especies), es una de las
plantas más populares e internacionalizadas de la medicina tradicional
china donde se utiliza para múltiples problemas de salud. La raíz y sus
extractos, se considera que tienen un gran efecto tónico y vigorizante y
se emplean como reconstituyente muscular y nervioso, para recuperar del
agotamiento físico, de la falta de energía vital y en las
convalecencias, además de para otros muchos problemas de salud. En la
medicina occidental se emplea desde hace más de treinta años
principalmente para el tratamiento de los síntomas de la astenia, la
fatiga y la sensación de debilidad y para aumentar el rendimiento físico
e intelectual, sobre todo en situaciones de estrés físico o mental.
Aunque se considera una planta segura, se aconseja no utilizar en
personas con trastornos del sistema nervioso o cardiovascular sin
supervisión de un profesional de la salud y se desaconseja su uso en
niños, embarazo y lactancia por falta de datos.
El
eleuterococo (Eleutherococcus senticosus Rupr. et Maxim.), también se
conoce como ginseng siberiano porque crece espontáneamente en la Siberia
rusa y en el norte de China y Corea. En estas regiones se usa la raíz y
sus extractos contra los síntomas de extenuación, para mejorar la
memoria y para aumentar la resistencia a las enfermedades. Su acción ha
sido muy estudiada en Rusia y los cosmonautas y atletas rusos la han
utilizado para aumentar su resistencia. En occidente ha sido una planta
muy utilizada tradicionalmente por los estudiantes para aumentar la
concentración y la memoria. Se aconseja tomar las mismas precauciones
que con el ginseng.
La
rodiola (Rodiola rosea L), llamada también Raíz ártica o Raiz del
Ártico, crece en las zonas más frías del hemisferio norte y ha sido
utilizada tradicionalmente desde tiempos antiguos por los habitantes de
Escandinavia y en Siberia como vigorizante y reforzante. Fue muy
estudiada por los científicos de la antigua Unión Soviética y fue una de
las plantas elegidas para ser estudiadas por su poder adaptógeno por el
ya citado Dr. Brekhman. Actualmente la monografía de la Agencia europea
del Medicamento recoge su indicación tradicional para el alivio de los
síntomas temporales del estrés como fatiga y sensación de debilidad.
Diversos estudios han confirmado su actividad frente a los síntomas de
estrés y también cierta mejora sobre síntomas de depresión leve. No se
ha establecido la seguridad de su uso en embarazo, lactancia y niños.
A
la witania -en sánscrito ashwagandha- (Withania somnifera (L.) Dunal),
se le llama también ginseng indio y la raíz se utiliza en la medicina
tradicional ayurveda de forma similar al ginseng en la medicina
tradicional china, para tratar los estados de debilidad general,
insomnio y trastornos de la memoria. Una reciente revisión que incluyó 6
estudios clínicos mostró su utilidad para reducir los síntomas del
estrés. No se aconseja su uso con medicamentos para los trastornos
nerviosos sin supervisión de un profesional de la salud. En embarazo y
lactancia, así como en niños se desaconseja su uso por falta de datos.
He hablado de ella mas arriba.
La
esquisandra (Schizandra chinensis (Turcz.) Baillon), es una planta muy
importante dentro de la medicina tradicional china. Su nombre en chino
quiere decir baya de los cinco sabores, y de hecho éstas poseen los
cinco sabores básicos: salado, dulce, amargo, picante, y ácido. En
medicina tradicional china, las bayas en forma de tisana se utilizan
como tónico y reconstituyente adaptógeno. Se le atribuye también una
acción desintoxicante de metales pesados. Diversos ensayos clínicos
confirman que los preparados de las bayas de esquisandra aumentan la
capacidad física e intelectual y previenen los efectos negativos del
estrés. En estudios con atletas se ha demostrado su eficacia para
aumentar la capacidad física y la resistencia a la fatiga. Se aconseja
precaución en hipertensos y en personas con trastornos del
comportamiento y se desaconseja su uso en embarazo y lactancia.
¿SUPLEMENTARSE?
No.
Un exceso de estas vitaminas y minerales puede provocar una disminución
de la inmunidad. Quizas la única vitamina que podríamos considerar
suplementar es la D. Debido a que por la cuarentena vamos a estar en
casa, y esta vitamina la sintetizamos gracias al sol.
Dado
que en estudios se ha demostrado que la vitamina D juega un papel
importante en el sistema inmunológico y los adultos mayores están en
riesgo de presentar deficiencia de ella, un suplemento diario de 800
unidades internacionales (IU, por sus siglas en inglés) podría ser útil.
Sin embargo, evita los suplementos de otros nutrientes a menos que te
hayan diagnosticado una deficiencia. La vitamina D se encuentra
mayoritariamente en los pescados azules, los huevos, las setas y los
lácteos enteros.
No
tomes dosis enormes de suplementos. Las dosis altas de suplementos
como la vitamina A, el hierro y otras, de hecho pueden afectar al
sistema inmunológico. Por ejemplo, para la mayoría de los adultos, más
de 400 microgramos por día de folato, o vitamina B, pueden afectar a las
células destructoras naturales. Y si bien podemos tener algo de
dificultad para obtener suficiente zinc de nuestras dietas (así como
problemas para absorberlo adecuadamente conforme envejecemos) 100
miligramos o más al día de este elemento pueden debilitar el sistema
inmunológico.
ALIMENTOS Y SUBSTANCIAS A DISMINUIR Y ELIMINAR
-Tabaco:
Es mas que conocido el efecto nocivo sobre la salud que genera el
tabaco. Asique era de esperar que este fuese uno de los primeros
elementos que deberíamos reducir.
-Alcohol: el consumo de alcohol disminuye la producción de glóbulos blancos.
-Conservantes y aditivos: algunas de las sustancias usadas para conservar ciertos alimentos son vistas por nuestro sistema inmunológico como una amenaza, así que cuanto menor sea la cantidad de conservantes, colorantes, acidulantes, potenciadores del sabor y demás aditivos que se consuman menor será el trabajo para nuestro sistema inmune.
-Conservantes y aditivos: algunas de las sustancias usadas para conservar ciertos alimentos son vistas por nuestro sistema inmunológico como una amenaza, así que cuanto menor sea la cantidad de conservantes, colorantes, acidulantes, potenciadores del sabor y demás aditivos que se consuman menor será el trabajo para nuestro sistema inmune.
-Azúcares:
tanto en bollería industrial como el azúcar blanca. Si quieres endulzar
usa miel. Se ha demostrado que el consumo de azúcar disminuye la
actividad inmunológica durante unas horas y por tanto nos debilita
momentáneamente.
-Alimentos ultraprocesados: pizzas, hamburguesas, comida rápida.
-Conservantes y aditivos:
algunas de las sustancias usadas para conservar ciertos alimentos son
vistas por nuestro sistema inmunológico como una amenaza, así que cuanto
menor sea la cantidad de conservantes, colorantes, acidulantes,
potenciadores del sabor y demás aditivos que se consuman menor será el
trabajo para nuestro sistema inmune.
-Alimentos a los que se es alérgico o intolerante: es
importante detectar las alergias alimenticias e intolerancias, incluso
si se trata de problemas leves, porque obligan a trabajar el doble al
sistema inmunitario. Si uno es alérgico a la lactosa, por ejemplo, el
consumo de leche activará una respuesta inmunitaria que sería
innecesaria si se fuera con cuidado y se evitase ese consumo. Por eso,
si se tiene la más mínima sospecha de que un alimento concreto no os
sienta bien, debéis consultar con vuestro médico el asunto lo antes
posible.
NOTA: Este artículo pertenece a uno de los 7 artículos sobre BDSM Y CONSEJOS DE SALUD Y ALIMENTACION CORONAVIRUS, te invito a que vayas al índice y los veas todos (VER AQUÍ)
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