sábado, 5 de diciembre de 2015

TORTURA GENITAL O CBT


La tortura genital masculina o como se suele conocer popularmente CBT (cock and ball torture, o sea, tortura de rabo y huevos) es la manera más rápida y expeditiva de apoderarse del alma de un sumiso. La mera inmovilización en postura ginecológica, o simplemente con las piernas abiertas, resulta inquietante. Cuando empieza el dolor, es como sumergirse en una burbuja de entrega e indefensión. Cuando el dolor derrota a la virilidad, derrota también al alma. Que filosófico estoy en este post!

Entre las prácticas más comunes y de menor riesgo se cuenta la compresión y los azotes con las manos, las pinzas, la cera caliente, los pellizcos, la colocación de pequeños pesos, la depilación o las ataduras y estiramientos. Prácticamente con estas prácticas tienes nulos riesgos. 

Los practicantes más experimentados recurren a la compresión y los azotes con objetos, los
mordiscos, las quemaduras, el aprisionamiento, la torsión, el sondaje y violación de la uretra, el cocodrilo (aprisionamiento entre dos tablas con púas), los alicates y tenacillas, los pisotones, los pesos elevados o la suspensión parcial, entre muchos otros. Los he ido poniendo por orden de intensidad del dolor. 

En mujeres, la tortura genital es también poderosa e inquietante, pero ni resulta tan dolorosa ni tiene la misma capacidad de acceso al alma, puesto que los órganos genitales femeninos no tienen una función tan central en la sexualidad y en la mente. Aunque como todo dependiendo de la mujer. 

Estas son las principales prácticas que ejecuto en la CBT:

- Mis manos, para golpear, estirar y masturbar, transformando el dolor en placer, pues las manos son el mejor utensilio que posee un dominante, ya que le permiten graduar a la perfección la intensidad de dolor o placer, que ha de aplicar en una zona determinada sin dejar marcas.

- Cuerdas, que me permiten jugar con los genitales, atar y estirar testículos, enrollarlos, tenerlos en castidad, colocar pesas en la cuerda y demás utilidades, tantas como fantasías tenga la persona sometida.

- Golpear con la fusta (u otros elementos), dando con la misma regularidad golpecitos suaves y algunos fuertes, para provocar sensaciones de dolor placentero.

- Prensas, con las que aplasto y descuelgo los testículos, y no para que sienta dolor, sino para que se sienta humillado. Realmente si no se aprieta mucho, solo es una sensación leve, pero claro se puede regular la intensidad.

- Pesas, se puede colgar pesos de los genitales. Por supuesto a la medida de cada uno. Personalmente me gusta ver hasta donde aguanta uno, y disfruto mucho rozando ese margen.

- Pinzas, se pueden colocar tal y como muestra la imagen de arriba, o como la imaginación de a entender. La sensación puede ser moderada o fuerte, dependiendo del tipo de pinzas y su presión.

- Cera, que derramo sobre los genitales, para adornarlos y tapar orificios, provocando dolor fuerte, moderado o leve.

- Sondaje, metiendo por la uretra diversos elementos, puedes ver la sección de sondaje uretral.

- Electro, que proporcionará sensaciones de dolor y placer, según sea su utilización.

4 comentarios:

  1. Esta es mi práctica favorita. No he encontrado un amo en Ciudad de México que me someta con sus torturas genitales

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    1. Bueno es una ciudad muy grande, quizás solo es cuestión de buscar

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  2. Practica muy entretenida que me gusta ver, pero que no practico. Prefiero caricias suaves.

    Como siempre excelente artículo.

    Saludos

    L

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    1. Claro efectivamente, cada uno le gustan unas cosas. Unas para ver, otras para fantasear, otras para hacerlas, otras para recibirlas...

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