domingo, 6 de diciembre de 2015

JUEGOS EN EL GLANDE


A parte de excitante, acariciar y jugar con un glande, puede provocar sensaciones más o menos agradables y placenteras, o incluso dolorosas y escalofriantes, si la persona que realiza esta práctica, sabe realmente lo que hace y en qué zona del glande lo hace. Para ello es muy importante que me digas que tipos de juegos te gustaria realizar. 

Para provocar toda esa escala de sensaciones demenor a mayor placer, dolor o escalofríos, dispongo principalmente de mis conocimientos y mis manos, me ayudo de mis aceites y ungüentos, para potenciar la erección y dar suavidad, calor, frío o vigor.

También algunos de mis juguetes, fustas y agujas son de gran utilidad, para potenciar las pretendidas sensaciones de esta práctica. También se puede hacer algo mas extremo tipo cera o agujas. 

1 comentario:

  1. Hay algo relacionado con los juegos en el glande, que son los juegos en el prepucio. En internet, existe una pequeña comunidad cuyo morbo gira en torno al prepucio, la fimosis y la circuncisión. Encontrar el morbo en forzar (o que te fuercen) el prepucio con fimosis con el dolor asociado, jugar con la hipersensibilidad del glande no acostumbrado a estar expuesto, e incluso imaginar o incluso simular operaciones de fimosis, en las que, dentro del contexto tortura o medical, se corta el prepucio, con o sin anestesia (en los casos sádicos más extremos). No sé si alguien habrá llegado tan lejos como para simular una operación (algún médico real con ese fetiche podría haber operado a algún masoquista), pero seguramente ha habido mucho juego forzando el prepucio de chicos masoquistas con fimosis. Puede que tú conozcas algo de esto. Yo comparto este fetiche, pero es realmente muy muy escaso. Me hace plantearme, además, si operarme o no (tengo fimosis). Operarme podría ser una experiencia increíblemente excitante, aunque muy rara al ser en un hospital en que los médicos y enfermeros no lo hagan como parte de algo sexual. Además, perdería mi amado prepucio que tanto placer me da, y no podrían jugar a forzarmelo nunca más... Supongo que todo chico con este fetiche se encuentra ante este dilema: una experiencia ultra intensa pero que solo se puede tener una vez en la vida. Curioso caso particular de la psicología de un masoquista!

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