Oks si, esto no es una sesión, por eso aunque fuese una anécdota curiosa dude en subirla. Así que lo puse en facebook y querían leerla así que manos a la obra. Estamos en fechas navideñas, así que el otro día estaba paseando con mi pareja por las preciosas calles de Málaga. Con ese aroma a mar, el precioso enfoque de las luces que juegan a las sombras con los monumentos, y un clima que te acoge. El precioso arco de luces de la calle larios, las calles engalanadas con luces de navidad, los balcones con guirnaldas, gente cantando villancicos... pero pasamos al lado de una tienda de perros y tuve que entrar. Las tiendas de animales son para mi como un sexshop, encuentras muchas ideas interesantes y juguetes que pueden servir no solo para dogtraining. Entramos, conseguí convencer a mi pareja para que entrase, la tienda estaba regentada por dos precisos dependientes sonrientes, porque se notaba que les gustaba donde estaban, no esbozaban esa sonrisa “falsa”. Una mujer de unos 1,80cm pelo medio castaño medio rubio, muy natural, sin maquillar ni nada, y el hombre 1,77cm, un pelazo y una barba negra ambas recortadas. Nos lanzamos el y yo una mirada y ya nos entendimos.

Al día siguiente había quedado con mi hermano. El pobre ya sabe todos mis “vicios”, de hecho hace no mucho hicimos un fist a un amigo que le tengo mucho cariño. Mi hermano tiene 19 años y hasta hace poco ha sido virgen, cosa a la que puse remedio. Actualmente me esta ayudando con la traducción de la web, tema con el que creo que esta aprendiendo bastante. De hecho me estuvo comentando como da lecciones a sus compañeros de universidad sobre temas sexuales, en temas que ha ido aprendiendo de mi, incluso un día por lo visto salió el tema BDSM en clase, y como no me presté a mi hermano para enseñarles siempre que fuesen lecciones prácticas. Sinceramente me encantaría una clase de 30 personas, desnudos/as o con bata blanca, a cuatro patas, siguiendo mis instrucciones, yo en la mesa del profesor, buff. Lamentablemente creo que nunca me harán la petición en serio jeje, a pesar de que me conozco a sus amigos y amigas porque siempre salgo con ellos, con el único límite de que no me los puedo follar ni a ellos ni a ellas.

Di una vuelta de nuevo por la tienda, por si se me había perdido algo que no hubiese visto. Me llamó la atención una pelota de rugby de unos 10cm de plástico de dureza media y que estaba hueco (se usa para meter premios a los perros dentro), y me acordé de un “perrete” al que quiero mucho que el otro día me comentaba como eliminar todo el agua después de una lavativa, pero dudo si podría servir para meterlo dentro de un culo y ayudar a vaciar una lavativa, por su forma cónica creo que retendría siempre algo de agua a su alrededor. Vi un par de cosas mas y me dirigí al dependiente, “disculpa tienes por ahí el arnés que te pedí que me guardases ayer” “si toma aquí lo tienes” dijo entre algo parecido a un suspiro o un jadeo. Nos fuimos al otro extremo de la tienda, pues mi hermanito es muy tímido. Le dije a ver quítate la sudadera, y pruébate esto porfa, me encantó su mirada en plan “lo que tengo que hacer por ti”. Averiguamos como se podría hacer, y por fin alehop, el arnés le encajaba perfectamente. De hecho tenia mucho mas estilo que algunos hechos para temas de fetiche, y supongo que resistente pues esta hecho para tirar de los perros. Le estuve mirando como si fuese un modisto, desde varios ángulos, de cerca de lejos, y de repente me suelta “niño quítame esto ya no, que mira la gente como esta en el escaparate”. Había como tres personas en un lado del escaparate y dos en el otro mirándonos, con los ojos bien abiertos, me hizo gracia porque fue mirarlos directamente y mirar para otro lado. Incluso a un chavalito joven que iba agarrado con la novia del brazo le invite con un gesto amable con el brazo a pasar, el me sonrió agacho la cabeza y la novia le agarro mas del brazo, se miraron y se sonrieron. No era una risa en plan riéndose de nosotros, sino esa risa de vergüenza de cuando quieres hacer algo pero no te atreves. Estoy seguro que al chaval le hubiese quedado genial el arnés, dominado a cuatro patas por su novia y por mi, paseando por la calle larios, desnudo, con la única prenda que ese arnés, con una doble correa.
Total que vimos que el arnés si que servía. Me dirigí al dependiente, que no dejaba de mirarnos
incluso mientras entraron dos clientes a comprar algo para sus mascotas. Le pregunté “oye sabes si tienes algún modelo mas grande que este” “no este es el tamaño de los perros grandes... perdona que te pregunte, pero para que lo quieres” “pues es para juegos fetiche, no con mi hermano, pero si con otros perros humanos, esto se coloca como al perro y es una forma de manejarlos a tu voluntad”. El pobre cada vez tenia mas los ojos de búho y cada vez mas los ojos de deseo. “Ademas creo que me va a servir muy bien porque como es de cuero el roce es menor” “Si es de cuero y con aretes de metal, mira si le das aquí se puede agrandar o achicar” esto lo decía mientras yo tenia el arnés en mi mano, y metiendo el la mano por la zona del cuello. “A ver me dejas una correa para ver como puede quedar”, mi intención era solamente verle salir fuera del mostrador, y mi intuición era cierta, el pantalón le abultaba, se había empalmado simplemente con el juego del arnés. “Mira ves puedes cogerle de la correa por estos enganches de metal, o si es un humano de esta cinta de cuero, de hecho soporta mas de 70kg de peso, es el mismo que yo tengo para mi mastín y le levanto a veces de ahí para subirle al coche”. Yo me estaba poniendo también morcillón, era un dependiente inocente o realmente también le gustaban estos tipos de juegos. “Genial pues me lo llevo”, le di el dinero y el me dio una tarjeta de la tienda diciéndome “te doy la tarjeta de la tienda, (mientras subrayaba con un boli el teléfono) y aquí me puedes llamar si tienes cualquier tipo de duda o pasarte otro día” “que va estoy en Málaga de paso, suelo venir una vez al mes pero muy poco” “ah que pena”. Me envolvió el arnés para regalo, y nos despedimos del dependiente con una tierna y viciosa mirada entre ambos.

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