Algún día hablaré sobre el fenómeno furry y sus implicaciones con el BDSM. Por ahora para los que no lo conozcáis simplemente diré que son personas que les gustan los animales antropomórficos, la gran mayoría mediante dibujos y juegos de rol online y unos pocos construyéndose sus fursonas (disfraces del animal que representa) en peluche (y por supuesto vistiéndose de ellos). Solo una minoría practica lo que llaman yiff (usar el furry en un contexto sexual). He conocido varios furries gracias a que mi pareja es muy friki de los cómics (Marvel, Manga, Anime, y un largo etc) y claro le he acompañado a diversas convenciones del cómic, y allí he coincidido con varios (pero nunca ninguno lo han llevado al terreno sexual, la gran mayoría eso si curiosamente, practicantes de BDSM).
Una vez que he introducido el tema, os comentaré la historia de hace dos meses. Esperando a mi autobús me llama la atención una chica, muy modosita que lleva un collar. Un collar con un nombre. La eché una foto con la idea de posteriormente pedirla permiso para publicarla en el blog. Pero casualidades de la vida, tiene el asiento al lado del mío. Asique estuvimos hablando sobre varias horas acerca de diversos temas. Mi pregunta directa "Discúlpame, pero te he visto con el collar, y me gustaría saber porque lo llevas", su cara se volvió roja. "Perdona si te he molestado, comprendo que pueda ser una cosa muy personal... es por tema furry, BDSM, o simplemente porque te gusta llevarlo". "Bueno porque me gusta...". Poco a poco me iría diciendo que le gusta ser el perrito de su pareja, y su pareja a su vez es la gatito de ella. Según lo que me iba comentando era una clara relación de D/s pero muy suave. Hasta el punto que me dijo que como había cumplido los 18 años recientemente, iba a ver a su novio para proponerle el sueño del que habían hablado durante mucho tiempo... Vivir juntos, ella dejar de estudiar y ejercer el rol de ama de casa, atendiendo y cuidando a su "gatito". Un 24/7 en toda regla.
Se conocían desde hace tres años, y habían sido tan maduros de tener una relación a distancia y sacarla adelante. Pero desde luego lo que mas me sorprendía era que a los dos les gustase esa relación de tipo D/s. La autoestima de ella, según pude intuir (lo poco que se puede en charlas de un bus) no estaba baja, sino todo lo contrario. Hacia gala de ser la perrita de su novio delante de sus compañeros de clase. Yo la dije que no me parecía raro lo que ella estaba haciendo, y que conocía mas personas como ella. Solo que en lugar de enfocarlo desde el lado furry lo hacían desde el BDSM. Le hablé algo sobre el dogtraining, el ponyplay, y otra serie de juegos con "animales humanos". Por supuesto la hablé de límites, consensos, y que ella no debía hacer nunca nada de forma obligada. Intentaba darle un kit de primeros auxilios rápido, por si en algún momento en el futuro tuviese que necesitarlo. Porque desde luego ella había tenido novias y novios antes, y no quería ese tipo de relaciones vainilla (la expliqué el termino). No la llenaban y solo había sido plenamente feliz con este tipo de relación de perrita.
Le hablé de mi blog, ella estaba cada vez mas sorprendida de encontrar a alguien que por fin la entendiese. Y yo sorprendido de encontrar una "perrita nata". Le pedí permiso para publicar su historia en el blog (hay detalles que me reservo por privacidad), y le pedí si le podía hacer una foto mas de cerca de su collar. Y ahí sale en la foto, con el cinturón del bus (he borrado el nombre de la placa).
Os dejo también un enlace a un estudio sobre la identidad furry en España y sus prácticas de género http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/jglinares.pdf Es lo mejorcito que he encontrado en español sobre el tema. Mas adelante ya os hablaré sobre este tema.
Sin duda resulta un tema interesante, o cuanto menos curioso, tanto el fenómeno furry como llevarlo al contexto sexual y más concretamente al lado bdsemero.
ResponderEliminarCuando lo descubrí hace un par de años, fue a través de un post de un blog que seguía, se me cayó la inocencia a los pies.
Ahora los dibujos y peluches los veo con otros ojos.
Pero lo que más me ha sorprendido del post no es el tema, sino dos comentarios.
Primero:"Asi que estuvimos hablando sobre varias horas".... Como se puede estar hablando tanto rato con alguien que se te sienta en el autobus, sin conocerlo de nada, yo que rezo porque nadie se me siente nadie al lado e incapaz de decir más que un saludo???!!!. Me maravilla, jajaja...
Pero luego el hecho de llevar una conversación tan interesante e intima !!!.
Porque a ver, si que puedo hablar del tiempo y poco más, porque estas conversaciones de bus/ascensor me aburren soporiferamente.
Le admiro cada día un poco más.
Bueno eso a mi me pasa. Todavía no me han dicho, mira callate. Todo lo contrario, sirvo de apoyo a la gente, hablan sin tapujos de sus intimidades sabiendo que alguien no los va a juzgar. Ayer mismo, una mujer se echó a llorar en mis brazos pero por otro motivo. Tengo facilidad para conectar con la gente, lo que llevo también al BDSM.
EliminarSi a mi también me sorprendió el tema furry cuando lo conocí. Es una realidad cuanto menos curiosa, y porsupuesto respetable.
Estoy aprendiendo mogollón contigo, Jaime.. algo que te agradezco enormemente. Yo me identificaría y vestiría como gatito/a, me da mucho morbo porque el macho muerde en el cuello cuando le penetra para que no grite ni gima.
ResponderEliminarEl encuentro con la chica en el bus me ha resultado muy interesante. Una pregunta si se puede: ¿se puede llevar puesto por la calle un collar aunque ahora no esté sirviendo a ningún alfa? tengo correas tanto de perro como para gatos y a veces me los pongo para estar en casa, y sobre todo, para dormir porque me da mucho morbo meterme en la cama con el collar puesto. A mi madre no le gusta que me los ponga para dormir porque le da miedo que me pase algo.
un saludo.
Bueno yo con mis parejas (incluyendo vainilla) siempre suelo jugar a animalplay. Me alegro que aprendas, yo contigo también.
EliminarSi claro por poder se puede. Pero creo que es mas interesante no hacerlo. Porque asi cuando lo hagas tendrá mucho mas significado para ti, porque desearás que alguien te ponga ese collar. Por lo demás me parece un acto muy tierno. Quizás puedas hacer el ejercicio, de que cuando te lo pongas, visualices al Alfa que deseas, y sientas como si el te lo pusiese. Lo malo es que puedes idealizar a los Alfas demasiado.
Un abrazo
Siempre me ha resultado curioso el mundo furry, me he encontrado gente que simplemente le hacía vestirse de animales o que lo integraban en su vida sexual. Hay gente que le escandaliza pero no creo que sea muy diferente a cuando por ejemplo uso la bata del trabajo para juegos sexuales.
ResponderEliminarAbrazotes.
Efectivamente yo no lo veo mayor diferencia. El problema está en cuando uno el rol que ejerce se lo cree demasiado, y el rol le domina en todas las áreas de su vida. Pero siempre que uno pueda controlarlo es estupendo. Un abrazote!
Eliminar