¿A todos los fetichistas del cuero les gusta el BDSM? ¿A todos los que les gusta el BDSM les gusta el cuero?. Realmente son dos mundos que están conectados, pero que pueden ser diferentes. En este artículo me encantaría mostraros esas diferencias y esos puntos de unión.
BDSM y el cuero
Si nos vamos a buscar las fuentes del BDSM, nos encontramos con tres patas, el BDSM histórico antes de que se llamase BDSM, el fetichismo europeo y americano de los años 20 al 30 y el movimiento leather a partir de los años 50. Si pensamos por ejemplo en un famoso que impulsó la expansión del cuero entre el mundo gay, fue sin duda Freddie Mercury de Queen. En más de una ocasión dijo que su estética de cuero la absorbió de los clubs de BDSM y cuero que frecuentaba. Lo mismo sucedería con los Village People.Pero no solamente el movimiento leather es uno de los orígenes del BDSM actual, sino que hay elementos icónicos del movimiento leather que se han originado dentro del mundo BDSM, por ejemplo los arneses, que surgieron como forma fácil para sujetar y controlar al sumiso, o los brazaletes o muñequeras con el código hanky. Por lo tanto, ambos movimientos se retroalimentan.
Subcultura del cuero
El origen de la subcultura del cuero masculino podemos encontrarlo en los años 40 cuando surgió la cultura motociclista después de la segunda guerra mundial. En el artículo que hice en su día sobre la película de Tom of Finlad hablo más profundamente sobre las implicaciones de esa mezcla de los homosexuales que habían combatido en la guerra mundial que necesitaban un sitio de apoyo mutuo y cómo esta necesidad derivó en los clubs de motos. Añadiendo la estética militar a la de las motos como las cinchas (SamBrown), gorras, botas y otros elementos de cuero. Fue así como en los años 60 fueron transformándose algunos clubs de motos en cubs leather gay. EEUU, concretamente los Angeles, se convertirían en la meca donde se formarían muchos más clubs que en el resto del mundo. En 1986 se formaría la primera Asociación Nacional del Cuero y la bandera del orgullo del cuero se crearía en 1989, por Tony DeBlase. La subcultura leather influiría en la estética de las bandas de heavy metal y black metal. Más tarde en los 90 aparecería la asociación BLUF, para agrupar a todos los que les gusta el cuero, con un requisito para la entrada, que vistas cuero.No quiero terminar este apartado sin mencionar a los “leather virgin”, que son aquellas personas que se sienten empoderados por el cuero pero que no necesariamente tiene que ir asociado a un comportamiento sexual.
¿A todos los fetichistas del cuero les gusta el BDSM?
No. Sí es cierto que a muchos fetichistas del cuero les gusta el BDSM, pero son dos cosas que a priori podrían no ir juntas. Hay fetichistas del cuero que les mola mucho el hecho de rozarse, tener sexo con botas o con una cazadora, o que simplemente les mola como preliminares, pero sin que haya un componente de dominación, ni de cuerdas, ni de dolor.Y luego está lo que en mi opinión es la mayoría. Hay fetichistas del cuero, que unas veces practican BDSM, y otras veces no.
¿A todos los que les gusta el BDSM van de cuero?
No. Es cierto que el cuero le da un empaque (y un sentido) diferente al BDSM, y que a todos los enamorados de la Old Guard nos costaría mucho practicar el BDSM sin elementos de cuero. Pero hay muchísima gente que practica el BDSM que no tiene ropa de cuero, pero ni la quiere.Por ejemplo, los sneakers (juegan con zapas), ropa deportiva, el movimiento medical, el movimiento sibary/bondage, el movimiento puppy, movimiento skin-gay y así un largo etc. Por ejemplo, en Berlín, es mucho más común encontrar gente con cuero en el mundo BDSM, pero en España, es realmente muy difícil encontrar personas con cuero para jugar, ya que se da más prioridad a otras estéticas.
Bandera leather cuero |
La bandera del BDSM es prácticamente igual en las bandas, pero cambia que en el centro hay un triskel. Una de ellas representa las tres partes de las siglas B/D, D/s y S/M. Así pues son dos banderas, prácticamente idénticas. De hecho, dentro del mundo BDSM gay, se asocia la bandera leather como bandera BDSM leather. Esa es la misma confusión que hay con que uno sea leather y no necesariamente le tenga que gustar el BDSM, o viceversa.
Llegamos entonces al fetichista, persona que se excita de manera sexual y hasta llegar al orgasmo a través de un objeto o una parte del cuerpo (fetiche), como en este caso sería el cuero. El fetichismo puede reemplazar a la actividad sexual habitual con una pareja, o integrarse con una pareja que lo consienta y/o tenga los mismos gustos. Tanto las filias como los fetiches son buenos y enriquecedores salvo cuando afecta a terceras personas o a la vida de uno mismo.
También hay diferencia entre si es tu fetiche o si, simplemente te gusta la estética. Básicamente es una diferencia que la notas en la entrepierna, aunque realmente se origine en el cerebro, en el mismo lugar donde está el gusto estético.
Hay otro punto que tienen en común las filias BDSM con los fetichistas del cuero. La mayoría se desarrollan a partir de una experiencia de vida temprana y son patrones de comportamiento que crecen o despiertan de su latencia a medida que una persona se desarrolla sexualmente.
Así que ya sabéis, ni a todo el que le gusta el BDSM le gusta el cuero, ni a todo el que le gusta el cuero es practicante del BDSM. Aunque sí haya muchas personas fetichistas del cuero que les guste el BDSM, y practicantes de BDSM que les guste el cuero.
Fetichismo vs Parafilia
Tanto el fetichismo del cuero, como las prácticas del BDSM, están incluidos dentro de lo que llamamos filias. Se transforman en parafilias cuando se causa daño al propio individuo o a terceros o si solo se tiene placer con esa filia. Parafilia viene de una desviación (para) en aquello que te gusta (filia), es lo que antiguamente se llamaba aberraciones, perversiones o desviaciones sexuales. Al igual que la histeria era una enfermedad nerviosa crónica de la mujer, que se terminó solucionando con su liberación sexual. Esa manía que tenían de demonizar todo.Llegamos entonces al fetichista, persona que se excita de manera sexual y hasta llegar al orgasmo a través de un objeto o una parte del cuerpo (fetiche), como en este caso sería el cuero. El fetichismo puede reemplazar a la actividad sexual habitual con una pareja, o integrarse con una pareja que lo consienta y/o tenga los mismos gustos. Tanto las filias como los fetiches son buenos y enriquecedores salvo cuando afecta a terceras personas o a la vida de uno mismo.
También hay diferencia entre si es tu fetiche o si, simplemente te gusta la estética. Básicamente es una diferencia que la notas en la entrepierna, aunque realmente se origine en el cerebro, en el mismo lugar donde está el gusto estético.
Hay otro punto que tienen en común las filias BDSM con los fetichistas del cuero. La mayoría se desarrollan a partir de una experiencia de vida temprana y son patrones de comportamiento que crecen o despiertan de su latencia a medida que una persona se desarrolla sexualmente.
Así que ya sabéis, ni a todo el que le gusta el BDSM le gusta el cuero, ni a todo el que le gusta el cuero es practicante del BDSM. Aunque sí haya muchas personas fetichistas del cuero que les guste el BDSM, y practicantes de BDSM que les guste el cuero.
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Como siempre es un excelente post. No soy muy de fetish cuero aunque reconozco que me mola.
ResponderEliminar¿Algún sitio en Madrid que recomiendes para comprar cuero?
Gracias me alegro que te guste. Enviame un correo y te digo sitios.
EliminarMadre mía lo que aprendo contigo!!!
ResponderEliminarMuchas Gracias por la información tan interesante que compartes.
Saludos,
Me alegro que te haya gustado el articulo!
EliminarTodo son etiquetas. Y las etiquetas solo describen una parte muy concreta de una realidad, y solo eso. Puede que dos etiquetas sean compatibles o complementarias, pero no necesariamente. Como todo en esta vida.
ResponderEliminarYo soy fetichista del cuero, pues si, me pone mucho. Pero apenas lo uso en la vida diaria. Y no de todo el cuero. Pantalones y gorras no me atraen mucho. Me gusta el BDSM, si, sin dudarlo... pero obviamente hay practicas que no me seducen lo más mínimo, otras algo lo suficiente para optar algún dia a experimentar y otras que si claramente, pero a veces, con matices.
Vamos que todo es sumamente complejo, y las etiquetas están bien para definir un poco los contornos, pero solo para eso.
Vaya rollo que me ha salido, jajaja
jajaja pero un rollo muy entendible. Lo bonito de esto es que cada persona lo ve de una forma. Muchas gracias por compartirlo perrete.
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