jueves, 2 de noviembre de 2017

Ser un sumiso femenino o luchando contra el mundo

Me he permitido cambiar el título original de este escrito. Sin duda poner por escrito nuestros pensamientos nos ayuda a verlos como si nos reflejásemos en un espejo. Pero es más, nos ayuda a organizarlos y darles forma. El siguiente escrito, me lo envió una persona. Y creo que puede ser muy interesante porque refleja lo que algunos sumisos piensan. De echo, iré poniendo mas artículos sobre este enfoque.  Lo mas común es un Amo masculino, y un sumiso masculino, y cuando es femenino, generalmente es para humillar. Pero hay sumisos, que se sienten CD que quieren ser sumisos pero siendo "mujer". Y es cierto que tienen que luchar contra el mundo, contra ciertos tabúes y prototipos, para que poco a poco se vaya haciendo la luz. 

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Describiendo mi yo interior gracias a Dominus Jaime

Siempre he dicho que estoy en contra de las etiquetas, no me gusta que el mundo se defina como una checklist donde predefinidos cómo somos o cómo nos sentimos. No obstante, mi profesión dentro del mundo tecnológico me ha enseñado las bondades de la discretización donde se intenta modelizar un mundo infinito (analógico) a través de un sistema binario donde a mayor número de bits más podemos acercarnos a esa realidad analógica e infinita. En el mundo sexual estamos muy acostumbrados a definirnos como activos o pasivo, dominantes o sumisos, … pero todas esas definiciones si se tratan de manera aislada simplifican tanto nuestro ser que pueden llegar a frustrarnos cuando intentamos presentarnos a los demás. Volviendo al símil tecnológico a mayor número de bits que utilicemos para identificarnos más fácil será aproximarnos a nuestra realidad personal que considero única.

He pasado una semana leyendo el blog de Dominus Jaime, un trabajo que me ha dejado impresionado puesto que me ha hecho reflexionar y pensar y que ha sido el origen de este texto. Nunca antes me había atrevido a sentarme frente a un folio en blanco para intentar definirme o presentarme a los demás. Puede parecer una tontería, pero por fin alguien ha conseguido ordenar y exponer la información con la que pueda definir mas fácilmente mi yo sexual, digamos que su blog tiene una información muy valiosa que puede ayudarme a “digitalizarme” para que quien lea esto pueda aproximarse a mi identidad. A veces nos sentimos raros en este mundo e incomprendidos, sobre todo porque los temas tabú son complicados de compartir y exteriorizar. Encontrar este tipo de información y el cariño y profesionalidad con la que lo ha plasmado me permite ver que no estoy solo en mis sentimientos y además me facilita exteriorizar aquello que siento dentro. 

Mi objetivo por tanto es intentar plasmar, utilizando las herramientas que he descubierto, cómo me siento y cuáles son mis deseos más ocultos. Comenzaré por lo fácil, diciendo que soy gay pasivo. Me encantan los hombres y los penes (o rabos, o pollas, …). La verdad es que nunca he sido activo, es algo que no me ha interesado ni atraído. Considero a las pollas como un signo de masculinidad, por eso me encantan, me gusta sentirlas, que me rocen, que me acaricien, sentirlas cerca de mi boca o mi culo y por supuesto dentro. Ver como un macho descarga su leche sobre mí es todo un privilegio, la recibo como si fuera un gesto de agradecimiento a mi trabajo. Sentir ese líquido caer sobre mi cara, mi pelo o mi cuerpo es un placer que no soy capaz de describir. Aunque suene pretencioso me gusta que me agradezcan mi trabajo con este tipo de gestos, me gusta que un macho deje en mí su esencia. Esto no significa que no me sienta hombre, lo soy, aunque la verdad es que continuando con mi definición me considero no-macho. Supongo que esto viene derivado de mi sentimiento como pasivo, no me siento capaz de penetrar ni me atrae, puede decirse que me gusta asumir un rol que según los clichés se consideraría como un rol de hembra. Llegados a este punto me gustaría hacer un inciso, pues quiero que quede claro que no considero al género femenino como algo inferior, la mujer como tal es un símbolo de perfección, pero dado que este texto intenta definirme en torno a clichés (más o menos clásicos) siento que no puedo ser considerado como un macho desde el punto de vista de la reproducción. Si de mi dependiera la supervivencia de la especie estoy seguro de que nos extinguiríamos.

Me siento por tanto inferior a un macho y me gusta sentirme útil dándoles placer. Llega ahora el siguiente cliché: mi parte puta. Que un hombre disfrute de mí me encanta, sentir que disfruta mientras se la mano o mientras me folla me un placer comparable al orgasmo. No negaré que me gusta calentar a un hombre, mirarles a los ojos mientras me usan, hacerles sentir en una posición dominante. En esos momentos me siento útil, quizás la sociedad en la que vivimos y su moralidad hacen que me sienta culpable por sentirme así y no haya evolucionado más en esta parte de mi ser. Creo que ese sentimiento me ha reprimido bastante, pues muchas veces he fantaseado con servir a varios hombres, exhibirse, ser cedido, ser emputecido. He practicado cruising, he ido a saunas y cuartos oscuros con el fin de dejarme usar y dar placer a hombres, pero siempre con cautela a pesar de que me gustaría dar un paso más. Por tanto, digamos que me muevo en el mundo como una puta con falta de práctica y coraje. Tiendo a ser selectivo y ante la presencia de varios machos tiendo a acercarme a aquellos que presentan un mayor atractivo, he aquí una de mis debilidades, creo que soy algo selectivo, lo cual me gustaría poder evitar en muchas ocasiones. Ojalá algún día sea capaz de no ser selectivo (hablando siempre desde el punto de vista del físico) y dejarme usar por machos sin importar físico o edad, pero he de reconocer que hoy por hoy tengo bastante que avanzar en este tema.

Esto va bien, ya me he definido como pasivo, sumiso, no-macho y puta, esto me lleva a la siguiente idea que me ronda la cabeza a la hora de definirme: me atrae también la feminización. Creo que esto es consecuencia de lo que ya he expuesto, sino alcanzo el papel de macho y asumo mi rol de hembra es casi evidentemente que me atraiga hacer notar mi ausencia de masculinidad. Reconozco que en la intimidad he tenido experiencias como CD, me atrae usar lencería y cualquier detalle que haga patente que soy una hembra. Cuando tengo ocasión de ir de cruising o a locales de ambiente me gusta hacer notar que soy no-macho y pasivo para evitar malos entendidos y siento una excitación especial cuando un macho se me refiere hacia mí en femenino, de modo que para mí es un éxito si alguien se percata de mi lado femenino. Supongo que ir completamente depilado ayuda bastante. Enlazo aquí con otro punto que me define y que creo que ya ha quedado patente: me gusta la humillación. La feminización es para mí una forma de mostrar que no he alcanzado mi objetivo como macho y por tanto debo asumir mi parte femenina, de hembra, para dar placer al Dominante, al macho. Me encanta que sea el Dominante quien lleve las riendas, quien me haga recordar que soy inferior. He leído relatos sobre humillación en el blog de Jaime Dominus con los que me he sentido identificado. Me gusta que un macho Dominante juegue conmigo, imponga su superioridad y marque el lugar que le corresponde a cada uno, incluso en público, en ambientes donde se pueda sin asumir riesgos innecesarios. Me han encantado los relatos sobre juegos con comida en lugares públicos, algo que espero poder experimentar algún día, así como cruising o exhibicionismo acompañado de un macho Dominante. Supongo que este punto debe ser el más complicado para un Dominante puesto que la línea que separa la humillación placentera de la humillación que puede herir es muy delgada y esa responsabilidad recae siempre sobre el Dominante y es algo que muchas veces los sumisos no sabemos valorar ni agradecer.

Llegado a este punto ya he conseguido identificarme como pasivo, sumiso, puta, feminizable y humillable. En cuanto al dolor físico la verdad es que no me ha atraído nunca, pero algo suave no lo descartaría, algunos azotes nunca están de más…

Mi vida en este mundo es algo limitada, y aunque he tenido algunas experiencias pocas han combinado más de dos morbos a la vez. Supongo que el motivo principal es porque es complicado encontrar a alguien que encaje al 100% con mis gustos, tampoco ayuda el hecho de que la mayoría de gente busca solamente un polvo puntual y aprovechando su autodefinición de Dominantes buscan únicamente su placer olvidando el del sumiso. Debo reconocer que puede que parte de la culpa también es mía ya que hasta este momento no me había sentado a organizar mis ideas y exponerlas de forma clara. A pesar de mis instintos de puta no me gusta el sexo sin control, sólo practico sexo seguro y usando la cabeza en todo momento. Esto también puede ser un obstáculo para algunos “pseudoamos” que abundan por ahí. Considero también importante que exista una complicidad entre Dominante y sumiso, confianza entre ambos, lo cual implica conocerse a fondo con el fin de educar y eliminar miedos a la vez que se potencian los morbos y amplían límites en un ambiente apropiado sintiéndose protegido.

Pido disculpas si me he extendido en exceso, si mi análisis personal puede llegar a aburrir, pero necesitaba hacerlo. Al descubrir el blog de Dominus Jaime y su forma tan cuidadosa y respetuosa de definir las distintas prácticas sexuales he sentido la necesidad de hacer esta reflexión con la que he conseguido definirme sin sentirme raro, extraño o excluido. Aprovecho por tanto para agradecer a Dominus Jaime la oportunidad que me ha dado para poder aclarar mi forma de entenderme y de presentarme a los demás y al mundo.

Deseo con todas mis fuerzas poder ponerme en las manos de Dominus Jaime para que me guíe y dejarme llevar con el fin de ir creciendo como sumiso, perder mis miedos y conseguir estar a la altura de lo que se pueda esperar de un sumiso como yo.




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14 comentarios:

  1. Me siento muy identificado con este artículo... comparto la opinión sobre lo mucho que ayuda este blog; el hartazgo por las etiquetas, el clichet y el que dirán; la consideración de premio el recibir el néctar del dominante sobre uno mismo; el sentirse inferior a un macho...

    Me ha llamado mucho la atención el párrafo de ¨ser puta¨porque me pasa exactamente igual: tengo ese sentimiento de querer ser putita de varios hombres, pero siempre me coarta bastante el físico y ojalá no fuera así... Debería ser más importante una actitud apropiada.

    Sobre lencería, nunca me ha llamado... pero tampoco lo he probado... A raíz de este artículo, si surge, lo probaré ;)

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    1. Claro es uno de los motivos por el que he subido el articulo, porque creo que varios os podéis sentir identificados con el.

      Sobre lo de "ser puta" eso se entrena y se conquista.

      En cuanto a probar cosas nuevas, mi recomendación siempre será el hacerlo.

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  2. Veo que no se grabó el otro día el comentario que te dejé... la informática y yo nos tiramos de los pelos. Te decía que me había gustado mucho este testimonio. No me resulta tan extraño el tema de la feminización puesto que a muchos sumisos heteros les encanta. A otros no les gusta pero se dejan por complacer a la Ama. Me gusta saber los motivos por los que un hetero llega a sentir un morbo muy intenso con la feminización. En el homo me parece más lógico, ¿no? aunque a muchísimos de ellos los que le guste justamente sea el hombre muy varonil. Es un tema interesante. Gracias por colgarlo

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    1. Las realidades homo y hetero son muy diferentes. Tienen puntos en común muy interesantes, sin duda. Y uno de los mas diferentes es la percepción de la realidad femenina. Mientras que en un hetero, encarnar el lado femenino es algo que lo hace porque cree que es inferior (entre otras motivaciones) en un homo encarna aquello que aborrece (no aquello que le atrae como el homo). Generalmente los homo que disfrutan con la feminización no son femeninos en su vida real (si es que esta no es mas real). Es solo una pincelada, este tema daría para un solo blog.

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  3. Coincido con la última apreciación. En mi caso soy homo, no soy femenino en el "día a día" ya que por motivos profesionales sería inviable pero me gusta disfrutar de la feminización en varios niveles: como CD me excita usar lencería en la intimidad, pero como sumiso me excita que fuercen mi lado femenino ligeramente en público cuando la ocasión lo permite(haciéndome hablar en femenino, con ropas ambiguas...), posiblemente porque eso me libera de la parte que reprimo a diario.

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    1. Claro eso te ayuda a ese empujoncito. Por otro lado creo que es diferente, una feminización forzada que una feminización echa por si mismo. Aunque sea la misma persona, las emociones que se viven en ese momento son diferentes.

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  4. Cierto que la visión de ambos debe ser muy diferente, lo que pasa es que yo discrepo en cuanto a la visión hetero como que encuentran el lado femenino como algo inferior. De hecho hay en algún blog de Dómina la justificación de que es un gesto machista el feminizar a un hombre hetero. En eso no estoy de acuerdo. Le vengo dando vueltas al tema para escribir una entrada.

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    1. Efectivamente, sabes que en un mundo tan complejo como es el BDSM, no se puede categorizar en blanco y negro. Hay casi tantos colores como personas. Y con la feminización, tema controvertido donde los haya, pasa lo mismo.
      Me encantará leerlo, sin duda.

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    2. Hay dos razones por las que no mw gusta la feminizacion: 1 porque soy gay y en mi caso me gusta los hombres hombres machos que no machistas. 2 justo lo que dice Scheherezade: algunos am@s gusta feminizar al sumiso/esclavo no porque le guste sacar esa parte femenina de todos o porque le guste la estética femenina, sino porque es una forma de himillacion, de inferioridad... Y yo a la mujer no la veo inferior, por lo que el que me femenicen no me va a hacer sentir humillado.

      Todo depende del ángulo con que se mire

      Scheherezade! Podrías pasarme el artículo de Domina que habla del tema?

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  5. Hola Jalef, te lo busco: http://amabuscasumisoverdadero.blogspot.com.es/2013/02/la-feminizacion-del-sumiso.html
    Esto es con lo que no estoy de acuerdo.

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    1. Me gusta de esa entrada que has puesto el echo de que no cierra caminos, no es escluyente. Y con la feminización pasa eso, cada persona la entiende de forma diferente.

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  6. Muy interesante este análisis ( o deconstrucción ) para comprenderse y hacerse entender de lo que uno siente.
    Ójala mucha gente hiciera lo mismo.
    La verdad es que firmaría como propio casi la integridad del texto, así como los comentarios de Jalef, excepto en el punto de feminizable o más concretamente en la cuestión visual (lencería y modos) que me deserotiza totalmente, y en la cuestión selectiva, pues tengo una gran amplitud de miras, aunque no obstante con algunos límites.

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    1. Si es normal, tu eres de corte mas clásico.

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    2. Yo es que tengo la pequeña virtud de que soy extemadamente curioso y me encanta probar lo que no conozco... hasta el punto de que he llegado a probar cosas que eran límite límite límite mío... y todo por la curiosidad...

      Asi que, aúnque ahora mismo pienso que la feminización no me pone nada, estoy abierto a probarlo... porque también, y como menciona DominusJaime, cada persona lo entiende de forma distinta y creo que esa forma podemos cambiarla poco a poco para ampliar horizontes.

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