No finjas orgasmos. Así nunca aprenderá hacerlo bien...
Azota, apriétalo, hasta que tu placer llegue y se estremezca
No creo que haya mucho que explicar. Muchas veces tendemos a simular que el otro nos da placer, por el mero echo de contentarlo, cuando lo que hacemos con eso es dañar la relación. Hay que exprimir al otro, utilizarlo, explorarlo, y si lo hace mal hay que probar otras vías. Todo el mundo puede hacer que lleguemos al orgasmo, solo hay que saber el camino que hay que coger (o los caminos), para hacernos humedecer la cama y el cuerpo de nuestro compañero. De lo contrario, parecerá que todo esta bien, y para que mover ficha. Y en el sexo, hay que mover, y moverse, azotar el cuerpo y el alma, apretar, sentir, mezclar los cuerpos, hacer saber cual es el lugar de cada uno... teniendo varios momentos épicos, y uno de ellos el tan querido orgasmo físico y húmedo.
Totalmente de acuerdo, ¿cómo saber cuáles son los resortes del placer de tu amante, tu compañero, tu crush, tu pareja... si te dedicas a ir por el camino fácil? Si no aciertan contigo guía a la otra persona pero no lo dejes a ciegas.
ResponderEliminarAbrazotes.
Efectivamente Chris! de eso se trata
EliminarMuy buen consejo.
ResponderEliminarSeducir no es tarea fácil; y las simulaciones se terminan detectando, ya sea por exceso o por falta.
Abrazo
Efectivamente, hay que aprender y dar pasos en ese sentido
EliminarTambién habría que desmitificar el orgasmo, como meta y fin de un encuentro. A veces el viaje es más interesante e intenso que el destino en sí.
ResponderEliminarClaro por eso lo digo en el texto, hay muchas formas de disfrutar. Y solo una es esa
EliminarCuando un pussyboy ama, venera, y admira con tanta entrega a su Alfa, su mayor objetivo es el placer de su amo; trata como sea de humedecer su cuerpo, su sexo, y también su cerebro de felicidad,
ResponderEliminarEn cuanto a mí, procuré desde muy chico entrenar mis órganos sexuales de la cabeza a los pies. Me conozco, sé lo que ofrezco.. es imposible fingir cuanto sometes tu voluntad al control de tu Alfa. ¿Entonces para qué te pones en manos de tu Alfa si no es para gozar todo lo inimaginable? Cuando mi macho me concede mis múltiples orgasmos le encanta ver como se me enrojece la piel desde la zona de los pezones, cuello y toda la cara. Después de correrme (soy bastanteescandaloso) sigo tan excitado que no se me puede tocar durante unos segundos porque me duele el más mínimo roce. Me encanta cuando Él me dice: shhhhhhh ya está, tranquilo, tranquilo...
Efectivamente, pero porque tu eres de una raza especial Javi. Pero opino que muchos podrían perfectamente seguir tu ejemplo
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