martes, 28 de marzo de 2017

La pianista (película)

La pianista, una película que os traigo al blog. La estuve viendo el otro día con Ochan, y creo que tiene puntos muy interesantes. Esta basada en la novela del mismo nombre escrita por Elfriede Jelinek, publicada en 1983 por Rowohlt. La temática de una relación de dominancia madre e hija es recurrente en la autora, por ejemplo en Clara S y Los excluidos.  En el 2001, Michael Haneke, la lleva al cine, con Isabelle Huppert en el papel de Erika y Benoit Magimel en el de Klemmer. Resulto ser un éxito internacional, por lo sobrecogedora y cercana que es el film. 

En este caso la protagonista, Erika es profesora de piano en un conservatorio. Esta totalmente absorbida y dominada por la madre. Hasta el punto que es ella quien la elije los vestidos, y rompe aquellos que le parecen demasiado provocadores y controla sus salidas. La idea de la madre es convertir a su hija en una estrella, que debería brillar con su luz propia y no encargarse de enseñar a otros para que brillen. 

Para escapar de este infierno Ericka, acude a las autolesiones con cuchillas, y al vouyeurismo, con el toque de disfrutar viendo lo que ella misma se niega. Un voyeurismo masoquista. Incluso en una de las escenas en un sexshop, la vemos recogiendo un papel lefado, oliendo y disfrutando de los fluidos de placer de otros. 

En medio de estas “huidas”, acude a dar un concierto en casa de una familia. Allí la acecha
Klemmer, un chico apasionado por la música, que descubre en ella una musa y diosa entre las teclas. La acecha hasta el punto de apuntarse a sus clases del conservatorio. Es entonces cuando nos encontramos la primera escena a duo. Ella ejerce el papel de dómina con el en el baño. Controla en todo momento su orgasmo, le abre la puerta del baño, le somete a ligeras humillaciones, entre las luchas internas y forcejeos mentales con el chaval. Sin duda la escena mas erótica y sensual de la película. 

En la siguiente clase, Erica le entrega una carta y se comporta fríamente con el. El que quiere mas de ella, lo que quiere cualquier joven enamorado. Le sigue a casa, consigue entrar en su habitación y allí tras presión de ella la abren y la leen. Allí aparece descritos sus deseos mas ocultos, entre ellos que la abofetee, someter su voluntad a la del joven, “cuando mas apriete mas me gusta”. Klemmer se asusta ante todo esto, pero entre la sesión del baño y esta, va emergiendo en el el gusanillo por estas cosas. 

Ericka, ante el distanciamiento de Klemmer, va a buscarle al polideportivo donde juega a hokey sobre hielo. Lo acorrala y lo mete en un cuarto de limpieza. Ahí le pide que la haga suya, y ocurre una sesión de sexo mas o menos suave, con un ligero componente de dominación. Es la primera vez que el accede. 

Una noche Klemmer llama a la puerta, y ya no como un cordial amante sino exige que le abra. Al entrar la dice que le esta volviendo loco, que están emergiendo en el locuras que no quiere. Encierra a su madre en una habitación (una de las fantasías de Ericka, y muy morbosa por cierto). Empieza a pegarla, y se le va de las manos, seguramente llevado por la ira y por esa lucha interna. En todo momento le pregunta si así esta bien, por lo que yo no lo consideraría una violación. El problema (aparte del trastorno de ella) es que son deseos de ella, ella también es novata, y se bloquea, son fantasías, pero que no sabe lo duras que pueden ser en la realidad.  Días mas tarde ella se clavará un cuchillo y muere desangrada. 

La película tiene sus puntos eróticos y excitantes sin duda, pero indica también como no hay que
hacer las cosas. A todas luces tocan el tema para llamar la atención, no es una película didáctica. De echo me acuerdo el "¿Pero hay alguien que no este loco?" de Ochan, porque realmente todos los personajes de la película cojeaban de algún sitio (o de varios). Realmente a mi este tipo de películas me molestan, porque aparecemos los que nos gusta el BDSM como perturbados mentales. Al igual que durante decadas hemos aparecido los homosexuales cantando coplas o travestidos, intentando sacar lo mas "morboso y atrayente" para el público y no lo que realmente es mas común. 

La idea de seducir a alguien que no sabe de estos jugos es sugerente. Cuando es sumiso y tu controlas la situación, puede ser muy interesante (si realmente tienes experiencia), pero cuando es al reves, la situación puede volverse realmente peligrosa ya que no sabes a quien vas a despertar. Por eso es importante, aprender, ir poco a poco, poner y respetar limites mutuos, y no correr, ir experimentando.