jueves, 5 de enero de 2017

Sesión con Ochan, seis meses. (Su visión) Sesiones japonesas, sushi, nyotaimori (comer sobre el cuerpo), y mucho más


shusi

Estaba muy ilusionado por cumplir seis meses con Jaime. Ha sido un camino bastante fácil, él lo hace fácil. Desde el pasado 25 de abril comenzó algo, que espero se dilate en el tiempo. Quería darle algo especial, llevarlo a cenar y yo sería el postre jeje. Estaba nervioso, hacía tres semanas que no lo veía y lo había echado de menos, hoy por fin podría abrazarlo y besarlo. Pego en el portero, ya bajo me dice. Me manda una foto al whatsapp, se ha puesto traje y corbata... que guapo está. Aparece tras de mi, me pongo nervioso, lo miro, lo abrazo y le digo que lo he echado mucho de menos. Me dice lo guapo que estoy. Vamos al coche y me da un regalo. Te va a sonar me dice... eran bombones, con formas delicadas y bonitas. Yo trabajo rodeado de bombones y dulces. Gracias por el detallazo, Amo. Nos dirigimos al restaurante. Había elegido para la ocasión una casona antigua cuya especialidad era la carne a la brasa. La decoración un tanto recargada, muy de mi estilo. Era como estar en el salón de casa de una abuelita octogenaria, con muchos santos y vírgenes que serian testigos de nuestras miradas de deseo. Pedimos, también una copa de vino, hablábamos de nuestras cosas, poniéndonos al día. En un momento me tomó de la mano y me dijo lo sensual que estaba, lo original que le parecía mi pajarita, que nunca me hubiese imaginado con ella y que le encantaban mis vaqueros tan pegados, me hacían culazo y lo resaltaban. Me sonrojé y aparté la mirada de él, soy muy tontito para esas cosas... y me entra una risita nerviosa que no puedo controlar. Aquella noche, fue la primera que nos hicimos una foto juntos, completa, el mejor regalo que me podía dar. Esa foto, está de fondo de pantalla en mi móvil, para recordarle más, si se puede.

Terminada la cena, fuimos a nuestro espacio. Lo había estado arreglando para él. Tiré trastos para dejar espacio, tapé estanterías con tela negra. Puse una cadena del techo. Tapé el colchón con tela negra, saqué un viejo sofá sobre el que me imaginaba a mi Amo sentado, observándome mientras yo estaba a sus pies. Sobre el colchón había dejado algunas sorpresas, regalos y cosas varias. Algunas cuerdas, pulseras y cadenas bdsm, el vergajo que estuve buscando sin parar hasta encontrarlo, los kimonos que realicé para nosotros, un par de getas. Lo primero que hizo al entrar fué besarme, me abandoné por completo a él. Luego observó los kimonos, comenzó a desnudarme, para luego envolverme en la suave tela del kimono. Se desnudó él y se puso el suyo. Estaba muy seductor, parecía un samurai, es mi samurai y yo su gheisa, a su servicio. Comenzó a jugar, recorriendo mi cuerpo, subió mi kimono y dejó al aire mi culo. Metió su lengua. Me hizo estremecer, introdujo toda su virilidad dura dentro de mi, mientras me decía al oído todo lo que había echado de menos mi culito. Ese fue un magnifico reencuentro y una gran velada para celebrar nuestros seis meses caminando juntos.

Al día siguiente le tenía preparada otra sorpresa oriental. Nyotaimori, consiste en comer sushi directamente sobre el cuerpo de una modelo con palillos. Se supone que la temperatura corporal, es la ideal a la que debe consumirse el sushi, haciendo de éste un auténtico manjar. En mi caso, esta práctica se llama Nantaimori, ya que sobre el cuerpo desnudo de un hombre, tiene otro nombre. (Ochan hay una cosa que no dice y es que el hizo en su casa el sushi y estaba exquisito). Me tumbé con el kimono abierto. Jaime colocó estratégicamente los trozos de sushi sobre mi torso, vientre e incluso sexo. Comenzó comiendo con palillos, comía una pieza y me ofrecía a mi otra, la verdad, costaba masticar tumbado. Luego comenzó a comer directamente de mi cuerpo, llegando a tocar mi piel con sus labios en cada bocado. Era muy sensual, sentirlo, nuestras miradas, nuestra compenetración... se introdujo un trozo de sushi en la boca y luego mi rabo, era una sensación extraña, el sentir su lengua y la comida, pero muy placentera. Luego jugó con los palillos en mi polla. Masturbandome con ellos. Terminé masturbandolo. Me gustaba ver como se retorcía, sus gemidos. Me dijo que hacía tiempo que nadie le hacía disfrutar tanto con una masturbación, que había descubierto una nueva habilidad en mi y que habría que explotarla la máximo.  Terminó corriéndose sobre él de una forma brutal. Lamí los restos de su semen. Me tumbe a su lado y me ordenó masturbarme. Llegué al climax justo cuando me susurró al oído que yo era suyo, salpicando a él y a mi.


Esa tarde, tocaba recorrer algunos tiendas, en busca de cosas que nos pudieran servir en nuestras prácticas. Me ordenó buscar algo que pudiera meterme por el culo para así abrirme paulatinamente para él. Solo entra unos cuantos días al mes cuando está aquí conmigo, por lo que está bastante cerrado y a veces me hace sangrar, le cuesta entrar... quiere que le sea más fácil entrar en mi e ir controlando como lo hace, el momento de decir cuando debo introducirlo, como debo hacerlo... incluso llevarlo dentro en el trabajo... me pareció algo morboso y por supuesto, haré todo lo que el quiera y me pida. La búsqueda no dió buenos resultados... nada nos parecía apropiado... bueno, el me gastó una broma diciéndome que le pareció apropiado un sacacorchos enorme... un poco gore para mi gusto, se rió al ver mi cara. Estaba yo algo fastidiado de la espalda, así que decidimos ir a su casa para que me diera un masaje. Fue hermoso tenerlo desnudo ante mi, tocando mi cuerpo, me puso totalmente duro. A veces me rozaba con su rabo... me daban ganas de avalanzarme sobre él. Luego abrió el armario y me dió un dildo. Me dijo que eso sería lo que utilizaría para abrirme, que no debía usarlo hasta que el me lo ordenase. Vimos una peli juntos, desnudos y abrazados. 24/7 passion of life. Bastante interesante. (Ver el comentario de la película aquí)

Este día era justo el que cumplíamos 6 meses. Lo llevé a mi trastero, le di unos cuantos regalos que tenía para él. Comenzó a besarme, desabrocharme los pantalones, le gusta que los lleve ajustados, dejó al aire mi culo y entró, mordía mi oreja, notaba su respiración, me apretaba el cuello, sus embestidas cada vez eran más bruscas. Al fin lo noto contener un grito y sus embestidas fueron parando la velocidad, se derramó dentro de mi, algo de él viajaba en mi interior, llenándome de él. Sobre mi espalda, notaba su pecho y como su corazón latía agitadamente. Me encanta sentirlo así. Permaneció unos minutos más dentro de mí, sin moverse, sin decir nada, descansando sobre mi. Sabe como hacerme feliz. Luego me acosté a su lado y estuve durante horas acariciándolo y mirándolo. Simplemente, me encanta. Esa tarde también le hice el baile oriental que me pidió en su anterior viaje, según él, le encantó, tanto que quería grabarlo para inaugurar su canal de youtube. También le canté una canción, me pongo muy nervioso cuando me mira, olvidé la letra, haciéndome pasar vergüenza, me abalancé sobre el y ocultando mi cara contra la suya por vergüenza, le decía  que me ponía muy tontito cuando estaba con él y me entraba la risita tonta. A pesar de estar pasándolo mal... disfrutaba de estar sobre él, tan juntos... algo muy bonito. El ademas de disfrutar el momento, también disfruta cuando me lo hace pasar mal. Luego me llevó a cenar, me encanta verlo comer... es tan... sensual. No paraba de mirarlo, me decía que le encantaba que lo mirase así, que le decía mucho con la mirada.



Esta tarde tocaba shibari. Estuvimos jugando, calentándonos... volvió a entrar en mi. Mordió mi cuello tan fuerte, que me hizo un chupetón, que yo lucí con orgullo. Mi macho me había marcado. Esta fue la tarde en la que grabamos el baile y la canción.

Otro dia fuimos al pantano. Estuvo cogiendo algarrobas, me encanta cuando se pone silvestre, sabe nombres de plantas, para que sirven, sabe de animales.... luego fuimos al trastero, le estuve acariciando el culo, rozándolo con mi barba... me hizo suyo, en realidad siempre soy suyo, lo que quiero decir es que hizo uso de mi. Volviendo a llenarme de él. Yo encantado de escuchar latir así su corazón, se que ese latido es por mí y para mi. Luego me invitó a comer a un asiático, donde comió sobre mi de nuevo, a la vista de la gente.

Por ultimo, la noche de halloween que ya hemos contado. Gracias Amo por estos momentos tan llenos de magia y significado para mi. KOISHITERU.














2 comentarios:

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