lunes, 12 de diciembre de 2016

Sesión con Felipe, bondage y agua, probando a ser sumiso


Luis, 28 años. Es una persona muy interesante, bisexual, y muy abierto de mente en muchos sentidos. Hasta que me conoció a mi, siempre ha realizado sesiones como Amo, pero quería probar lo que se siente en el otro lado. Cosa que veo muy sana. Para mi es un honor, que esta sea la segunda sesión, y ambos sigamos abiertos a seguir explorando.. O dejo el relato que él me ha enviado: 

Yo estaba nervioso, él me estaba esperando con camiseta negra y pantalones de cuero, detrás vi una jaula gigante “espero que no sea para mi” fue lo primero que paso por mi cabeza aunque realmente todo puede tener su punto. Encima de una camilla hay todo tipo de objetos, algunos ésta claro para que sirven pero realmente hay muchas cosas que no había visto antes, llaman mi atención y fantaseo con ello, no digo nada. Comienza hablarme y me coge las manos su aptitud y sus palabras me relajan, empiezo a dejarme llevar…

Me quita el jersey y la camisa y comienza a acariciarme y darme palmadas en el pecho, tengo ganas de tocarle pero todavía no pido permiso para hacerlo. Me coloca un arnés de cuero (me gusta el tacto que tiene)  en el pecho, tiene una argolla en la espalda y en el pecho y me coloca unas muñequeras que tienen unos mosquetones, me eleva los brazos y me engancha a una cadena, empiezo a tener poca movilidad, me gusta la sensación de no tener el control de la situación pero me cuesta, no es lo normal para mí. Comienza a “golpearme” por los puños y acerca su cara a la mía pero no me besa aunque sabe que es lo que yo estoy deseando. Pido permiso para besarle y en principio no lo tengo, cada vez que se acerca intento besarle y eso tiene sus consecuencias, coge una especie de látigo y recorre mi cuerpo con él para después utilizarlo, yo ya llevo un tiempo excitado y me desnuda por completo. Comienza a utilizar algunos látigos por todo el cuerpo primero delante y después detrás, empiezo a estar cómodo y me parece que mi aspecto de “niño bueno” le cohíbe un poco asique intento desafiarle para ver de lo que es capaz. Me da la vuelta y me obliga a contar hasta veinte mientras golpea con la fusta mi trasero cada vez más fuerte, parece que ha despertado.  Me da la vuelta me coloca pinzas por el cuerpo y en los testículos y la polla, estoy muy erecto, me gusta que se ponga dominante, me arranca las pinzas con la fusta siento entre dolor y placer es una sensación difícil de describir. Sigo muy erecto y el generoso, me la chupa y me lame el culo y me mete una especie de cola peluda, mi sensación es rara no es desagradable pero es extraña. Saca una soga, me quita el arnes y empieza a atarme desde el pecho hacia abajo, con las manos en la espalda y hasta las piernas y la polla. Me pone un collar metálico y engancha una correa desde mi pecho a la cadena del techo, me pone un antifaz y mis fantasías se disparan, no sé qué va a hacer por donde va a venir, estoy extremadamente excitado… Comienza a jugar conmigo me hace de rabiar mucho, no me deja ni tocarle ni besarle y hay castigo cuando lo hago. Me hace arrodillarme lamerle el culo y follarme la boca parece que le gusta tenerme así, me quita la cola, me levanta y me lleva al baño.

Sigo excitado y él también me mete en la ducha estoy atado y con el antifaz mis movimientos son torpes, coge la ducha sin alcachofa como si fuera una manguera y empieza a mojarme, con agua muy fría, con agua muy caliente, suplico para que pare cuando dirige el chorro a mi polla erecta pero en realidad es una sensación que me excita aún más, por su cara veo que él también está disfrutando. Estoy de cuclillas en la ducha y enfoca el chorro a mi cara no veo nada y me cuesta respirar pero puedo oír que lo está pasando bien. Termina, me seca y me desata, las cuerdas se han hinchado y le cuesta quitarlas pero mi cuerpo lo agradece, tengo marcas pero no creo que duren más de unas horas.  Me lleva a la otra habitación y utiliza otra cuerda para atarme el pene y los testículos, me arde la piel pero tengo una erección descomunal y sigue apretando, me encanta.

Me tumba en el suelo boca abajo y me ata las manos él esta tan excitado como yo y juguetea con su polla en mi culo sin penetrarme. Me levanta me hace vestirme y cuando me voy a ir me empotra contra la pared me saca la polla y me masturba hasta que me corro.

Me voy con sentimientos encontrados, me lo he pasado genial, aunque aceptar que otro lleve el mando me descoloca, él se ha portado muy bien rudo y cariñoso a la vez, quizás yo no sea el sumiso perfecto pero de todo se aprende y se disfruta.  (Sumiso perfecto no lo se, pero desde luego si un Amante y un Amo perfectos, por las amplias charlas que hemos tenido. Gracias por ponerte en mis manos). 

4 comentarios:

  1. Este post me ha hecho replantearme lo de ser switch, creo que entre sumiso, amo o switch es la opción que más se adapta a mí y mi forma de disfrutar el sexo.

    Por cierto, sobre tu post anterior, ibas muy guapo para la fiesta navideña. ;)

    Abrazotes.

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    1. Asi es swich, creo que es una postura cómoda que te permite disfrutar de todo.

      Gracias tio!, si a mi me encantaba

      Abrazote

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  2. Interesante la historia de un Amo que se pone en manos de otro Amo para sentir (fisicamente) lo que siente un sumiso.
    No sé que debe ser más dificil, esto o lo contrario.

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    1. Si a veces es difícil, por eso tiene mas mérito por su parte. Y me alegro porque salió genial.

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