sábado, 30 de abril de 2016

Sesión con Nacho, iniciación, dogtraining, juegos con fresas y jengibre

Nacho 30a, complexión normal, peludete. Estoy en Málaga, una ciudad muy hermosa, con muchas posibilidades en muchos sentidos, menos en el BDSM. Abrí el Grinder con la esperanza de encontrar un sumiso estable. Lo cual es tan probable como ver una estrella fugaz. Generalmente suele haber gente mareando, algunos que buscan sexo, pero muy pocos realmente cuando ven mi perfil piensan en sesiones. Pero casualidades de la vida, tales como esa estrella fugaz, me entra un perfil que pone “busco Amo”. Hablamos y lo cierto es que me parecía una persona muy seria, realmente con ganas de iniciarse en el BDSM. Asi que creo que ambos hemos tenido la suerte de ver esa estrella fugaz. 

Llegó a casa a la hora puntual. Le desnudé, y le estuve acariciando el cuerpo para que se sintiese a gusto. Mientras fuimos hablando de su experiencia (nula porque era novato), profundizando en tema límites y explicándole algunas cosas básicas como el semáforo y la palabra de seguridad entre otras cosas. Se le veía como un cachorro con ganas de empezar a jugar. Después hice que me lamiese la mano, y que fuese recorriendo con su lengua mi cuerpo. Una lengua desde luego maravillosa alli donde yo hacia que se posase. 

Le coloqué un arnés, para poder tirar de el y manejarlo mejor. Creo que le gustaba la sensación de sentirse “atado” y manejado. Después le hice que se pusiese a cuatro patas, y le introduje una fresa en el culo. Si se le salía, sería castigado. Realmente estaba buscando un medio para poder castigarle para que pruebe no solo la dulzura sino también la mano dura. Pero la fresa siguió en su sitio durante toda la sesión. Estuve ordenándole diversas cosas, para que fuese aprendiendo a recibir ordenes. 


Despues le dije que se pusiese a cuatro patas, y le fui dilatando el culo. Hasta que poco a poco mis dedos se fueron deslizando. Le puse una fresa en su boca, con la misma premisa de si la tragaba o la partía sería castigado. Me hizo gracia usar la fresa, una fruta inocente y generalmente con connotaciones dulzonas, hacerla fuente y causa de recibir un castigo. Le puse frente a un espejo, para que se viese tal y como si fuese un cerdo antes de meterle en el horno. Empezé a trabajarle el culo con el strap-on, hasta que poco a poco las embestidas iban siendo mayores. Yo disfrutando de someterlo, el gimiendo y yo con mi mirada en esa fresa. Después de un buen rato, le dije que se pusiese de pie, y fuí poniéndole pinzas. Era su primera vez con las pinzas, pero curiosamente no le dolieron. Hice un pequeño dibujo básico en el torso y después en la zona escrotal. Por mas que tocaba las pinzas, no brotaba en su rostro ninguna señal ni de queja ni de dolor. Le dije que se tumbase y se masturbase. Mientras iba jugando con su cuerpo, y dando pequeños toques a las pinzas. Hasta que... mmm inundó su torso y alrededores con su semen. Una de las mayores corridas que he visto en mucho tiempo. Le fui quitando las pinzas, abrazándole y acariciándolo para que se sintiese acogido. Y mientras preguntándole si estaba bien, intentando valorar el estado de este sumiso. 

Después de un rato le dije que se fuese para su casa. Y estuvimos hablando vía wasap sobre la experiencia, y con ganas de repetir otro día antes de que me marchase de Málaga. Asi que pusimos fecha para hoy. De echo hace una hora que se acaba de ir. 

Le abrí la puerta, le abracé y le pregunté que como le habia ido con la experiencia y tal. Me dijo que había borrado su perfil del Grinder, porque ya había encontrado el Amo que buscaba y no le hacia falta mas. Como es natural, le comenté que al ser novato iremos probando diversas cosas, para ir viendo como reacciona su cuerpo y su mente a diversos estímulos.

Lo desnudé, y le puse un collar de perro. Quise hacerle una minidemostración de dogtraining. El collar la verdad es que le hace mucho mas atractivo. Le dije que me comprase unas bridas, y con una de ellas se lo puse en el pene a forma de cockring. Le pasee por la casa a cuatro patas, hasta que le dije que se quedase quiero, era hora de usar su lengua. Me fué comiendo el culo, creo que será una debilidad hacia con el, lo hace de vicio. Y después le dije que fuese siguiendo por los pies y el rabo. Le puse un antifaz, y volvimos a repetir la operación. Le quité la venda, quería ver su cara mientras lo masturbaba e iba apretando las bridas. Lo cierto es que ese control sobre sus genitales me puso tan caliente que termine eyaculando. 

Lo volví a llevar a la habitación del principio. Y allí le puse agua en un cacharro que había comprado para el. Esta mañana estaba paseando, y vi en el escaparate de una tienda, un juego (muy ñoño) de cuenco, plato y vaso con un perro y con el mensaje “cool dog”, así que lo compré para este proyecto de cachorro. Le enseñe como debe beber agua un buen perro, y también estuvimos practicando por encima algunas posturas perrunas. Lo cierto es que todas las interpretaba muy bien. 

Así que le di un descanso en la cama, le estuve enseñando un par de técnicas para lamer y provocar escalofríos o sensaciones en el otro, para que después me las hiciese a mi. Después quise probar una técnica con el, que se llama figging, los asiduos lectores ya sabéis que en su día hable sobre esta practica de juegos con jengibre, en este caso fue introduciéndolo en el ano. Al rato le puse unas bridas en las muñecas a forma de esposas, y le estuve masturbando impidiendo que se pudiese tocar. Hasta que conseguimos provocar una corrida, que bañaría de nuevo su pecho. 

Me resulto curioso, cuando le he propuesto otro día hacer juegos con cera, me dijo que eso si lo había echo una vez. Me sorprendió, así que le pregunte sobre el tema. Nada menos fue cuando vió a Madonna en la célebre película el cuerpo del delito (Body of evidence), donde ella derramaba cera sobre los genitales. Corrían los años 90 y el tenía 13 años, y estaba imitando consigo mismo, a su ídolo. Sin duda no he podido menos que felicitarle por lo que hizo por entonces. 

Tiene toda la pinta de ser un buen cachorro. A el le hago que se le ilumine la cara, y yo, bueno... tiene unos ojos preciosos, y una lengua que hace que me retuerza de placer. Bien entrenado estoy seguro de que será un buen sumiso. 

4 comentarios:

  1. A ver si lo moldea para su uso y disfrute, que es de lo que se trata :-)
    Tiene buena pinta mi congénere ;-)

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    1. Si creo que si se deja llevar muy bien, ademas es un tío muy noblote.

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  2. Qué buena sesión.. uff! a medida que leía tu post me iban llegando todas esas sensaciones, qué gustazo sentir esos escalofríos sobre todo los toquecitos en las pinzas...
    Por regla general, a los perros nos favorece mucho el collar, estamos más guapos cuando lo llevamos puesto ¿verdad, Jaime?
    Me encanta tu técnica y lo especial que eres como Dom
    Un abrazo

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    1. Sin duda, un tío con un collar puesto, me enciende mucho mas. De echo eso lo estaba hablando ayer en la playa, que un tipo con el que quizás no hiciese nada, si lleva un collar es difícil resistirme. Y no es solo por el collar en si, que también, sino por lo que significa. Y me alegro mucho que te encante como soy como Dom. Otro abrazo

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