sábado, 5 de marzo de 2016

Sesión en Despoiler con Rudolf, humillación, exhibicionismo, cuckold y travestis


Fue una sesión con Rudolf 35 años, él ya ha relatado su punto de vista de la sesión, la cual creo que es muy interesante y que colgué en su día en este enlace: http://dominusjaime.blogspot.com.es/2016/02/sesion-con-rudolf-en-despoiler-su-vision.html Asique habrá cosas que complemente de su relato. 

A través de internet, me enteré que existía un local que se llama Despoiler, en principio no me inspiraba confianza (luego tengo que decir que me encantó). Había una fiesta en donde se hacía unos juegos de fuego y BDSM, y como hacía tiempo que no jugaba con este “elemental” pues decidí ir para refrescar-me. Igualmente decidí buscar un sumiso para poder acudir a la fiesta con él. Según el cartel aquel que lo quisiera podía después practicar con el fuego. Pues bien, no encontré ningún sumiso para poder ir, a to-dos les daba miedo el tema del fuego, a pesar de que es un juego que si se hace bien no tiene ningún riesgo. Aun así fui al local con algunos juguetes que suelo usar en mis sesiones de fuego, quien sabe si allí encontraba algún sumiso/a que ya conociese, pero no hubiese pensado en el para este juego. 

Me presente allí, y me atendieron más que amablemente dos chicos. Llegué justo a la hora a la que habrían, lo cual me brindó la oportunidad de conocer el local en profundidad. Solamente la planta de arriba ya me encantó, hay un rincón con unos futones de cuero y cortinas, que me fascinó, además tiene un espejo por el cual puedes hacer cosas y ver sin que te vean. Luego en la parte de abajo, tienen una mazmorra sencilla pero preciosa, con sling, cruz de san Andrés, un sitio de relax, una sala con duchas, taqui-llas, una iluminación perfecta de cada sala. Seguro que se me olvida algo, pero simplemente por haber conocido un sitio así hubiese merecido la pena asistir. De hecho después he estado hablando bastante de ese local, creo que es el idóneo para hacer sesiones en público BDSM. 

Me pedí algo y me puse a esperar a que llegase la gente. Mientras leía y contestaba a la gente en el wasap, Facebook y gmail. Empezó a entrar gente y entre ellos veo que entra una persona con la que ya había jugado antes. Nos intercambiamos miradas, dejando que el me entrase. Me sorprendió porque me entró por una aplicación del móvil. Asique me pareció perfecto, porque de esa forma podía pedirle permiso por escrito para hacer una sesión y tomar fotos, y hablar sobre limites, para ver asta donde podía ir con el. Al rato le digo que se venga al sitio donde estoy. Le empecé acariciar, y hablar mirándole a los ojos. Una vez que ya había aceptado tener la sesión le puse un collar. En ese momento llego una pareja, con la que ya había coincidido en otro local. Me parecen dos personas estupendas y que llevan de una forma muy seria su forma de vida BDSM. Estuvimos hablando de diversas cosas, mientras que sabía que Rudolf, estaba esperando a que jugase con él, esa sensación de espera me encantaba, a la vez que deseaba jugar con el. Cuando se fueron, le atuse la cabeza dándole las gracias por esperar. Y como premio hice que me limpiase las botas con su lengua, así como los pantalones de cuero. 

Después de un tiempo comenzó el espectáculo. En ese momento ya le llevaba con el collar y una correa, hice que se pusiese en el suelo como un perro. Como tal cuidándole. A la vez estaba intentando ver si los juegos de fuego le motivaban, pero tampoco era el caso. El estaba disfrutando de sentirse humillado a mis pies. El espectáculo era bastante bueno: floguers con fuego, ventosas, puso unas agujas y dentro introdujo velitas pequeñas de cumpleaños…  Terminado el espectáculo, lo baje a las taquillas e hice que se desnudase. Estuvimos paseando por el local, hasta que nos fuimos a los reservados del primer sitio. Había dos parejas jugando, me puse a un lado, lo justo para ver y no incomodar. Y me encantaba a un lado una pareja hetero, y en el otro una pareja de tío y travesti, el sumiso a mis pies ¿qué más podía pedir?. Las dos parejas me hicieron un gesto para que me uniese, pero quería seguir jugando con él. 

Nos fuimos a beber algo a otro lado, y cuando vi que uno de los futones estaba libre le llevé allí. Hice que se pusiese a cuatro patas, le humille un poco y después le di mi rabo hasta que conseguí hacerle un me-dio gaguing. Le tumbé boca arriba y le puse un chupete. En su caso para que fuese más humillante. Él estaba disfrutando como un niño chico, y más aún cuando saqué un pintalabios y puse en su pecho: ríete de mí. Con eso además de humillarle quería animar a la gente a que le humillasen. Le ate un rato en una zona de baile, para que pudiesen reírse de él si querían, y para que se sintiese solo. En ese momento fui a la zona de las camas, y allí estaba la pareja que me había dicho que si me unía. Les miré como jugaban, y ellos me lanzaron una sonrisa y me hicieron un gesto para que me uniese. Hablamos un rato mientras yo les acariciaba a los dos, una pareja encantadora a cada cual más atractivo/a. Acordamos que me comportase con ellos como corneador, humillándole a él como cornudo y a ella tratándola como una puta. Sinceramente me había esperado una propuesta mucho más vainilla. Les pedí que nos cambiásemos al otro lado para poder ver al sumiso por el espejo, por si pasaba algo desagradable. Estuve jugando con su mujer, mientras el miraba a cuatro patas, y cuando se quería acercar le separaba con mi mano. Le dije mira ahora aprende cornudito, y usé mis manos en el coño de ella, empezó a gemir mien-tras yo le masajeaba los genitales, y ya comenzaba a babear. Esas babas las iba pasando con mi mano por la cara de el, e hice después que me lo limpiase con mi mano. Al rato veo que un travesti se acerca al sumiso y juega con el. Cogí la cabeza del cornudo y se la puse en la pelvis, para que viese un primer plano de como ya no mi mano sino mi pene entraba dentro de la vagina de su mujer. A cada embestida le empujaba también a el contra el vientre de su mujer, mientras iba diciéndole cosas que suelen decirse en los juegos cuckold. Llegó un momento en el que el se corrió sin tocarse. Le pregunte a el si estaba bien, y que, si seguíamos y el me dijo “por favor, sera un placer ver como sigues haciendo jadear a mi mujer como hacía tiempo que no la veía”. Asique me dispuse a seguir dando placer a su mujer, hasta que con-seguí que corriese que entre mis manos y mis genitales ella dos veces, y ya en una tercera terminamos casi los dos a la vez. Les di las gracias, y besos a los dos. 

Fui a por mí sumiso “¿Qué te lo has pasado bien?”, su rabo estaba mostrando una gotita de precum, asique creo que si que estaba disfrutando jeje. Le solté, y le llevé a un lado del local, le hice lamerme las botas y estuve jugando con el un poco a trampling. Sobre todo, para que descansase el tumbado. Le baje a la zona de abajo, improvise con unos enganches una cruz de san Andrés, y jugué con el y con cera. Al rato le solté y le llevé a las duchas, con la intención de hacerle una lavativa. Pillé una cánula que llevaba y se la adapté. Le llené de agua hasta que no pudiese más y cuando me pidió por favor vaciar le lleve a un baño. Y por supuesto con la puerta abierta, quería que le viese alguien y se sintiese mucho más humillado. Como así fue, había una chica en el baño de al lado, y su novio vino a por ella. Yo medio cerré la puerta y él me dijo, no hace falta que la cierres, imagino que a el le gusta. Asique le estuvimos humillando un poco entre los dos. Una vez que estaba limpio, y comprobé con papel que así era (bajo la amenaza de hacérselo comer si estaba sucio), subimos arriba y en el privado, estuve pajeándole hasta que se corrió. Después lo abracé, y le dije que, si estaba bien, en fin los cuidados que hay que hacer después de una sesión. Sinceramente la sesión me había encantado. Él se marchaba, asique me devolvió el collar y algún juguete, yo le dije que me quedaba. Me despedí de el con un beso.

Me quede un poco más con la intención de reposar, disfrutar de lo que había pasado. Una travesti se acerca, hablamos amigablemente, y después voy hablando con otra gente. Al rato subo a la zona de relax, y allí estaba la otra pareja que había visto al principio jugando de nuevo. Estuve viendo como jugaban, el tío que hacía de activo, era un machazo peludo precioso, y ella, era un travesti precioso, un cuerpo delicado, afeitado, con un rabo muy grande pero también con un chochete precioso y unas tetas no menos hermosas. Estaba disfrutando de ver como jugaban hasta que me animaron a participar. Y estuvimos jugando los tres. Sin duda es una cosa que recomiendo el jugar con una travesti, al igual que a cualquier tío hetero le aconsejo que juegue con un hombre o a uno homo con una mujer. Fue una química muy buena entre risas y gemidos. Terminamos bañando con nuestro semen la cara de aquella chica. Bajamos los tres abajo, a limpiarnos, y me preguntaron “¿te vas ya?”. Si creía que era la hora de irme, ¿pero quién es capaz de irse de un paraíso? Había sido una de las noches más completas en mucho tiempo. Terminé a las 2, me di un paseíto fresco desde plaza de España a Lavapiés. Y cuando llego a casa, me estaba esperando mi pareja, le encuentro con un vídeo porno y masturbándose… “mi vida quieres que te ayude” … la noche no había terminado.

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Para las fotos como para este relato he pedido permiso a la persona que participa en él. Nunca publico nada sin el consentimiento de los que participan en las sesiones. Los datos están modificados para que la persona permanezca en el anonimato, por eso mismo tampoco muestro las caras. 

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